El pasado viernes entró plenamente en liza liderando una alianza de centro con la que se presentará a las elecciones del 24 y 25 de febrero próximo. Los primeros sondeos prevén para la coalición de Monti hasta un 24 por ciento de los votos que no le daría ningún papel preponderante pero le quitaría a sus oponentes la posibilidad de un triunfo claro.

A cada lado de la coalición del primer ministro en funciones están el partido Democrático (PD) a la izquierda. Según los sondeos el PD y su aliado, el partido ecologista SEL son los que más posibilidades de votos tienen, al menos en la Cámara Baja. A la derecha está el pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi (entre un 15-16 por ciento de votos).

Monti ha asegurado este miércoles que una vez que transcurran las elecciones podría aliarse con otros partidos que estén a favor de una mayor integración en Europa y de posibles reformas. De momento ha comenzado a prometer que reducirá los impuestos laborales para «redistribuir» la riqueza si sale elegido. «Necesitamos reducir los impuestos a la fuerza laboral, tanto para trabajadores como para empresas, reduciendo los gastos», ha dicho Monti en una entrevista en una cadena de radio.

También ha ridiculizado a Silvio Berlusconi del que ha dicho que le confunde con sus «ilógicos» cambios de postura, que van de los ataques a los elogios. «Espero que los votantes estén menos confundidos que yo».

Por su parte Berlusconi, también en la radio, acusa a Monti de dividir al frente moderado y de que se aliará tras las elecciones con la izquierda. Ha asegurado que «cuando gana la izquierda las cosas cambian» y pone como ejemplo «lo que ha hecho José Luis Rodríguez Zapatero en España y lo que está haciendo en Francia François Hollande» molesto por las acusaciones, que según él, le dirigió la izquierda cuando estaba en el poder.

Mientras Monti dice que la centroizquierda italiana quiere conservar un mercado laboral «hiperproteccionista» en comparación con otros países. «Necesitamos un nuevo tipo de Gobierno que esté a favor de reformas y no de conservar el 'statu quo'», ha dicho.

En cuanto a la crisis ve la salida «más cercana». «Veo la luz al final del túnel más cercana que antes y soy optimista pensando que el túnel no nos caerá encima arrollándonos. Un riesgo que teníamos antes».

Considera que Italia ha salido de la crisis financiera, aunque para una «recuperación de la producción habrá que esperar hasta finales de 2013, o inicios de 2014» y ha añadido que «mucho depende de la economía mundial. Si en la Unión Europea (UE) las políticas para el crecimiento se activan el túnel se acortará».

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