En una entrevista, que publica este lunes el diario alemán Der Spiegel, Monti, se muestra inquieto por las tensiones que la crisis está creando entre los Estados miembros de la UE. Dice que ha hablado con Angela Merkel, del resentimiento que aumenta en Italia contra Alemania, contra la propia canciller e incluso contra la Unión Europea.
Una situación, que explica, excede a las relaciones entre los dos países. «Las presiones que han afectado estos últimos años a la Eurozona están marcadas por una ruptura psicológica en Europa» y añade «debemos trabajar duro para prevenirlo». «Si el euro se convierte en un factor de desunión en el seno de Europa, se van a destruir los fundamentos del proyecto europeo».
Para Monti, uno de los problemas en ese sentido, es la diferencia entre los países del norte y del sur de la UE. «Hay un enfrentamiento frontal con acusaciones cruzadas» e informaciones parciales. Pone como ejemplo que la mayoría de los alemanes cree que Italia ha recibido ayuda financiera de Alemania o de la UE, cuando eso no es cierto e Italia «no ha recibido un solo euro» aclara.
Respecto a la situación actual explica que su país «ha reducido rápidamente el déficit presupuestario y ha hecho las reformas estructurales que aumentan el potencial crecimiento».
Celebra las declaraciones del gobernador del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, sobre la distorsión de los mercados que han disparado la deuda de Italia y España y señala que los problemas que eso causa deben resolverse rápidamente para evitar las incertidumbres sobre la capacidad de la Eurozona para gestionar la crisis.
Monti, hace un llamamiento a los jefes de gobierno para que mantengan un margen de maniobra respecto a sus parlamentos nacionales que les permita negociar, si no lo hacen así «Europa estará más cerca de romperse que de una mayor integración» advierte.