Han sido tres días de discursos en la Cumbre de la ONU para revisar el cumplimiento de los Objetivos del Milenio, a cinco años de que se cumpla el plazo fijado. Muchos de los que han intervenido lo han hecho ante una sala prácticamente vacía, y se han repetido las llamadas a los países más ricos para que no dejen de prestar la ayuda que prometieron. «En estos momentos de incertidumbre económica y austeridad fiscal hemos dicho que la crisis no es excusa para que abandonemos los esfuerzos y por ello subrayamos la necesidad de actuar» ha dicho el secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, en la clausura.
El presidente estadounidense, Barak Obama, habló el último día para decir que «Estados Unidos va a cambiar el modo» en que planifica su ayuda, de forma que se apoye un «desarrollo sostenible» en lugar de perpetuar la dependencia. Aunque puntualizó: «No abandonaremos a quienes dependen de nosotros para recibir auxilio que salve vidas». Insistió en que EE UU «ha sido y seguirá siendo el país líder en aportar asistencia». Su intervención no despertó mucho entusiasmo en el auditorio.
Por su parte la canciller alemana, Angela Merkel, hizo hincapié en que la «ayuda al desarrollo no puede durar indefinidamente. El objetivo es usar los limitados recursos de forma efectiva y la manera de hacerlo es con el buen gobierno.»
La UE ha prometido mil millones de euros que deberán ser discutidos con los veintisiete y aprobados por el Parlamento antes de que lleguen a la ONU.
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha presentado un nuevo sistema para acelerar los ODM, consiste en que cada país identifique y contribuya a resolver sus propios problemas y que, de esta forma, se actúe de forma individualizada conforme a las necesidades. Diez países de diferentes regiones han participado en un programa piloto de este proyecto.
Togo, uno de ellos, ha encontrado que sus problemas son la falta de acceso a fertilizantes y semillas y la falta de apoyo a agricultores y ganaderos. La solución ha sido dar préstamos y cupones a estos trabajadores y crear un programa de preparación en las labores agrarias, especialmente diseñado para mujeres. La administradora del PNUD, Helen Clark, ha dicho que esta nueva forma de estudiar las carencias proporciona un «método sistemático» de identificar «dificultades y soluciones» y asegura el éxito de las intervenciones humanitarias que de esta forma se adaptan «al contexto» de cada uno de los países.
La ONU ha anunciado la puesta en marcha de una Estrategia Global para la Salud de Mujeres y Niños para la que cuenta con unos 30.000 millones de euros, que podrían reducir en dos tercios la mortalidad de niños menores de cinco años y en tres cuartos la materna en 2015. En esta estrategia participará el nuevo organismo ONU- Mujer del que ha sido nombrada directora ejecutiva la ex presidenta de Chile, Michelle Bachelet, y que auna cuatro programas de Naciones Unidas que trabajan para la promoción femenina.
Argentina, Chile, Uruguay, Perú, Costa Rica y Panamá adoptaron un tono positivo para enumerar los progresos de sus países en lograr los ODM. El presidente chileno, Sebastián Piñera señaló que uno de cada tres latinoamericanos vive en condiciones de pobreza, que hay excesivas desigualdades en la región. Pero añadió «nunca antes en nuestra historia nuestro continente tuvo una mejor oportunidad de enfrentar el desafío de derrotar la pobreza y el subdesarrollo» y explicó «lo tenemos prácticamente todo (...) incluidas riquezas naturales, democracias estables y pueblos que quieren asumir el desafío.»
Los mandatarios latinoamericanos, resaltaron los progresos en cada uno de los ocho ODM, especialmente en educación, salud de madres y niños y energía.
Las Organizaciones no gubernamentales han criticado la cumbre. Joanna Kerr, directora ejecutiva de Action Aid la ha definido como «un espectáculo caro de mucho ruido y pocas nueces». En su opinión ha sido una oportunidad perdida para que los líderes mundiales se preocuparan por tomar medidas para atajar una eventual crisis alimentaria global pues cada día «hay mil millones de personas que se van a dormir con hambre».
Por su parte la portavoz de Intermón-OXFAM, Verónica Hernández, refiriéndose a los 30.000 millones de euros para mejorar la salud de niños y madres, ha puesto en duda que ese dinero «sea nuevo» ya que la mitad de los donantes «han estado recortando sus presupuestos de ayuda». Además los tacha de insuficientes, juzga que cualquier cantidad por debajo de 88.000 dólares adicionales no va a alcanzar los ODM de salud materna e infantil. Las Organizaciones no Gubernamentales apuestan por la tasa a los bancos que proponen Sarkozy y Zapatero.