Austria, Alemania y la República Checa comprueban el desastre que deja la retidada de las aguas de pueblos, ciudades, campos y carreteras. Las tareas de reconstrucción llevarán tiempo y las pérdidas, todavía estimativas, podrían superar los mil millones de euros. En Alemania, el presidente de la cámara de comercio e Industria, Eric Schweitzer, recordaba estos días que «en algunas regiones la amplitud de los daños superará a los de 2002». El presidente alemán, Joachim Gauck, ha visitado las zonas afectadas en su país para comenzar a evaluar los daños.

Las calles de decenas de localidades están llenas de muebles destrozados, electrodomésticos inservibles y objetos irrecuperables. Las excavadoras se mezclan con tanquetas del ejército, coches de bomberos y vehículos de limpieza. Miles de personas todavía no pueden regresar a sus viviendas. Es la imagen que hoy predomina en los pueblos ribereños de los grandes ríos europeos como el Rin, el Elba o el Danubio tras una semana de intensas lluvias. En Magdeburgo, el domingo el Elba alcanzó los 7,45 metros, cuando habitualmente sólo llega a 2m. Este lunes ha obligado a cortar el tráfico ferroviario entre Berlín, Hannover y Franckfurt.

Miles de personas en Hungría, intentan evitar que esa situación se repita en sus ciudades. Siguen colocando sacos terreros ayudados por miembros del ejército, luchando para que las aguas no alcancen sus viviendas. En Budapest, el Danubio está previsto que alcance máximos históricos de casi 9 metros. Hay unas 1.300 personas evacuadas en todo el país y como se prevé que el descenso de las aguas sea lento, en el oeste se mantendrá la protección de diques hasta mediados de esta semana.

En España, Pamplona recupera la normalidad tras el desbordamento del río Arga, que ha causado graves destrozos este domingo, con una abrupta crecida que ha provocado las peores inundaciones de la historia de la capital navarra. Este lunes se realizan las tareas de limpieza de la zona afectada, retirando los escombros dejados por la ríada. Aunque las previsiones eran que el Arga se desbordara a su paso por algunas poblaciones del sur, no ha sido necesario evacuar a los vecinos de los municipios ribereños.