Mil millones de personas, uno de cada seis habitantes del planeta. Una cifra que va en aumento a consecuencia de la crisis económica y que pone en peligro el Objetivo de Desarrollo del Milenio, con el que la ONU pretende erradicar la pobreza extrema en 2015.
En el Día Mundial de la Alimentación, el 16 de octubre, la UE publicita que lidera la lucha contra el hambre en el mundo y ofrece datos que parecen demostrarlo. Por grandes cifras, Europa es quien más dinero pone. Hay comprometidos 2.700 millones de euros ante los líderes del G-8 para contribuir a la Iniciativa sobre Seguridad Alimentaria Mundial de L'Aquila.
Pero otra experiencia ha conseguido ya resultados. Se trata del llamado Mecanismo Alimentario de la UE por el que se han invertido otros mil millones de euros en países en vías de desarrollo. La clave no está en la donación de alimentos, sino de herramientas y medios. Se puso en marcha en diciembre de 2008, cuando la subida de los precios de los alimentos alertaron en todo el mundo del agravamiento de la pobreza. Desde entonces, se calcula que 33 millones de personas se han beneficiado del programa.
La UE pone ejemplos. En Zimbabue el dinero europeo ha servido para comprar 26.000 toneladas de semillas y fertilizantes distribuidos entre 176.000 agricultores, o para que otras 43.000 personas en Bangla Desh tengan ahora acceso a la pesca. En total, 50 países se beneficiarán en un periodo de 3 años.
Las ayudas se proporcionan a través de organizaciones internacionales y regionales, gobiernos nacionales y agentes no gubernamentales.
La experiencia sirve al Comisario europeo de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Karel De Gucht, para garantizar que los nuevos compromisos adquiridos por la UE sean igual de eficaces en la lucha contra el hambre en el mundo. euroXpress