El futuro económico de Europa para los próximos diez años empieza a cobrar forma. Los ministros para la UE han estudiado hoy la conveniencia o no de establecer medidas vinculantes para los países que no cumplan los objetivos marcados en crecimiento y empleo.

La conclusión es que no habrá sanciones directas, pero sí indirectas, porque se premiará a los que cumplan, por ejemplo, con más partidas del Fondo Social Europeo para quienes fomenten la formación de trabajadores.

Así se cierra la polémica que abrió el ministro alemán de Economía cuando criticó la idea española de sancionar, porque no respetaba la soberanía de los Estados.

La estrategia UE 2020 persigue una economía basada en el conocimiento, en lo digital y en lo sostenible y sustituye a la agenda de Lisboa, que se planteó objetivos similares para la década pasada y fue un fracaso. Preveía que la inversión en I+D+i fuera el 3% del PIB de la UE y sólo ha llegado al 1,8%.

Ahora se plantea que las metas que se señalen sean realistas y alcanzables. Diego López Garrido, secretario de Estado para la UE, ha señalado que esta nueva estrategia es «necesaria para la credibilidad y legitimidad del proyecto europeo». Por eso, es necesario que no haya 27 estrategias sino una. «Queremos que los objetivos vayan en serio, pues tomemos medidas serias, eficaces».

López Garrido ha dicho que la mala situación del empleo en España es un argumento más para salir de la crisis de forma coordinada con el resto de Europa.

En este primer consejo informal bajo presidencia española, los ministros para la UE han decidido también impulsar la iniciativa legislativa popular, con la que la Comisión tomará en cuenta una propuesta que cuente con un millón de firmas de apoyo; e impulsar el Servicio Europeo de Acción Exterior, el nuevo cuerpo diplomático de la UE. euroXpress