Los jefes de Estado y de gobierno de la eurozona habían acordado reunirse en esas fechas, al término del Consejo Europeo para aprobar un incremento del capital del fondo de 500.000 millones de euros a 750.000 millones.
La fórmula prevista consiste en sumar los recursos del fondo actual (FEEF), del que quedan 250.000 millones y dejará de funcionar en 2013, a los del mecanismo permanente de rescate (MEDE), 500.000 millones, que estará operativo en julio., es decir, se solaparán durante un tiempo que permitiría disponer de más capacidad.
En esta ocasión, parece que incluso los socios más reacios a aumentar capital, como Holanda y Finlandia están de acuerdo, pero Alemania tiene pendiente cuestiones internas que entorpecen los avances. Desde la cancillería se dice que Merkel no se opone al aumento del fondo, pero considera que no es el momento adecuado. Según la prensa alemana, aún está pendiente que el Bundestag apruebe el segundo rescate griego, aunque prevé hacerlo el lunes, y cualquier asunto que pase por más euros para Europa puede complicar el trámite.
La necesidad de reforzar los cortafuegos contra la crisis financiera volvió a ser argumento del comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehen, cuando recordó las herramientas de la eurozona para superar la etapa de recesión prevista para este año. Rehn dijo que la eurozona necesita armas para contener el contagio y calmar las presiones especulativas.