La canciller alemana no quiere ser la mala de Europa y ha aprovechado su mensaje televisado de fin de año para hacer una rotunda defensa del euro y de la necesidad de que exista una Europa unida, porque eso también favorece a Alemania.
Merkel ha querido dejar claro su interés en fortalecer el euro, a pesar de sus reticencias en los procesos de rescate financiero de Grecia e Irlanda, en los que Alemania ha sido el principal contribuyente. Sin embargo, la canciller considera que el futuro de su país está ligado al futuro de la moneda única. «Europa permanece, en estos meses, en medio de una gran prueba. Debemos fortalecer el euro. No se trata solo de nuestro dinero, el euro es más que una moneda, el euro es la base de nuestra prosperidad».
El gobierno de Berlín no sólo defiende el euro, sino que reitera su compromiso con la Unión Europea y viene a pedir a los alemanes que abandonen su escepticismo. «Nosotros, los alemanes, asumimos nuestra responsabilidad, incluso cuando a veces es muy duro».
Una encuesta del diario Bildt refleja que un 49% de los alemanes quieren la vuelta del marco y el Bundesbank calcula que los alemanes guardan aún marcos por un valor de 6,9 billones de euros.
La desconfianza de la población en la moneda única preocupa en Berlín. Antes del último Consejo Europeo de diciembre, que aprobó el rescate de Irlanda, Merkel ya dijo ante el Bundestag que «el euro y Europa son un destino compartido por Alemania».