Entrevista con Detlef Gürtler, autor del libro «¡Perdón! Soy alemán»
Los alemanes siempre han sido un pueblo muy orgulloso de sus posibilidades como país. ¿Por qué pide perdón?
Detlef Gürtler.- Los alemanes siempre han estado orgullosos de su economía y de su moneda. Otra cosa es el país. Con todo lo que pasó entre 1939 y 1945 se puso muy difícil mantener ese orgullo. Pero eso cambió en el verano de 2006, con el mundial de fútbol en Alemania. Sorprendentemente, toda la república se llenó de banderas alemanas.
Pero hace aproximadamente dos años Alemania sustituyó esa conciencia propia (saludable) por la pretensión de una nueva superioridad. El Gobierno, la prensa y muchos expertos han comenzado a tener en su punto de mira, a los estados europeos mas débiles en la crisis del euro – principalmente a los países del sur. Eso es algo nuevo en esta forma y por eso quiero explicarles a los europeos porqué es así, porque es tan peligroso y lo que pueden hacer contra eso.
exp.- ¿Espera ser perdonado o se conforma con que comprendan sus teorías.
D.G.- Si puedo hacer algo contra ese peligro que viene desde Alemania me siento perdonado. Es un camino sobre el que no se ha escrito nada, pero lo conocemos por la práctica.
exp.- Vivimos momentos muy difíciles para el mundo y también para la Unión Europea, que se tambalea económicamente y en sus ideales. Gobernada por la derecha, tanto en sus instituciones como en la mayoría de los países, ¿qué es lo que está en juego hoy en día?
D.G.- En el pasado fueron los líderes de los partidos de derechas, como Konrad Adenauer o Helmut Kohl, los que mas apoyaron la integración europea. Por eso es totalmente incomprensible para mi, que nuestra canciller conservadora, Angela Merkel, ponga en peligro a la Unión Europea en estos días. «Está destruyendo mi Europa» ha dicho Helmut Kohl hace poco tiempo sobre Merkel – y yo estoy totalmente de acuerdo con él.
eXp.- En 1989 caía el muro de Berlín. Un año después nacía la Alemania unida. ¿Ahora que han pasado 20 años qué han significado estos dos acontecimientos para Europa?
D.G.- Por un lado, el conflicto entre este y oeste en Europa terminó y todo el continente podía estar unido políticamente. Por otro lado, se formó una nueva Alemania, más grande y poderosa. Para quitarles el miedo de esa Alemania poderosa a los europeos, Helmut Kohl aceptó el fin de la moneda alemana, el marco alemán. Con el Euro Alemania debería ser económicamente como todos los otros Estados. Este concepto está fallando - y ahora se puede temer a Alemania otra vez.
eXp.- Ud. advierte en su libro que el modelo alemán que quiere imponer su país va a llevar a la destrucción de la UE. ¿Qué desconocemos de ese proyecto?
D.G.- «Si el euro cae, cae también la Unión Europea», dijo Merkel el 10 de diciembre de 2010, y eso quiere decir que Merkel se juega toda Europa a una carta con la moneda común. Pero con dos culturas económicas tan diferentes como la del sur y la del norte de Europa es extremamente complicado tener una moneda común. Y si alguien quiere - como Merkel lo hace - que todos los paises de la zona euro compartan la cultura económica de Alemania, se encontrará con una tarea inalcanzable, pues con la política que hace Merkel el euro caerá en los próximos cinco años. Y con el euro, segun sus propias palabras, caerá tambien la UE.
eXp.- Alemania siempre ha sido el motor de la economía europea, ¿porqué ahora es reacia a serlo?
D.G.- El éxito económico de Alemania se ha hecho sobre todo a costa de los países más débiles de la zona euro. Una parte de su boom de los últimos años con las exportaciones se debe a que el euro está valorado aproximadamente un 25 por ciento más bajo de lo adecuado para el poder económico de Alemania. Por otra parte, para los Estados del sur de Europa, el euro está valorado aproximadamente un 40 por ciento más alto de lo que sería adecuado para ellos. Pero el gobierno de Alemania no ayuda a nivelar esas diferencias, sino a consolidarlas todavía más. Si lo miramos solo desde el punto de vista económico, Alemania se comporta con el resto de Europa peor que China con los Estados Unidos.
eXp.- Un poema de Bertolt Brecht dice «primero vinieron a por los comunistas y no hice nada, luego vinieron a por los judíos y no hice nada y al final vinieron a por mí y estaba solo». ¿Puede pasarle eso a Alemania por su impasividad ante la situación económica de países como Grecia, Portugal o España?
D.G.- Esta situación podría ocurrir cuando se mira solo a los mercados financieros y las agencias de rating. Pero no hay que hacerlo así. La solución no está en hacer más paquetes de rescate, sino en definir una base política y económica para la Unión Europea. Puede ser que eso sea una tarea demasiado pesada para los gobiernos – y nosotros los ciudadanos debemos ayudarles.
eXp.- ¿Qué le ocurre a Alemania con los países del Mediterráneo? La canciller Angela Merkel, primero los critica por gandúles y después les echa la culpa por el brote de E.coli. ¿Cómo nos ven los alemanes, y cómo se ven ellos a sí mismos?
D.G.- Aqui no hay que hacer una diferencia entre Angela Merkel y el alemán medio, y quisiera referirme a dos pequeñas historias, que describen su punto de vista. La primera es la «anécdota de la falta de la moral de trabajo» de Heinrich Böll. En ella dice que los alemanes viven para trabajar - y los mediterráneos trabajan para vivir. La otra es la fábula de Jean de La Fontaine de la cigarra y la hormiga. La hormiga trabaja duro todo el verano y todo el otoño, se afana, es prevenida, mientras la cigarra canta y baila. Cuando la cigarra, despreocupada, le pide ayuda en invierno, muerta de frío y hambrienta, la hormiga le contesta bruscamente: „estuviste todo el verano bailando, ¡vamos! baila también ahora«. Pues los alemanes respetan (y de vez en cuando admiran) la cultura española tan diferente – pero no quieren pagar por sus crisis.
eXp.- Volvamos a su libro. ¿Qué tesis defiende en esta publicación en donde pide disculpas por ser alemán?
D.G.- Necesitamos alguna forma de movimiento europeo en contra de la peligrosa politica de Alemania. ¿Cómo? Eso importa poco. Las últimas criticas duras de Papandreou, Zapatero y Sarkozy en contra de Angela Merkel, por ejemplo el «egoismo criminal», han ayudado bastante a cambiar el clima político en todos los países. Pero lo mejor sería que un movimiento fuerte contra Alemania pudiera constituir un espíritu europeo que hace falta para salvar el proyecto de una Europa unida.
eXp.- Europa es multilingüe y Ud. ha publicado su libro en 7 idiomas (incluido el turco).
D.G.- Casi nunca hay verdaderas discusiones europeas por la multitud de los idiomas que se hablan. Este libro es, hasta donde yo sé, el primer libro de texto que intenta superar esta barrera lingüística con la publicación en 7 idiomas. Estoy seguro que la revolución digital facilitará más proyectos como este, porque el proceso de imprimir desaparecerá. Por eso nos veo, a la editorial Murmann y a mí mismo, como pioneros.
eXp.- Muchos autores denuncian la piratería en internet, y dicen que ésta puede hundir a las empresas editoriales. ¿Que le aporta publicar en la red? ¿Qué riesgos y que oportunidades le ofrece internet?
D.G.- Yo publico en línea y fuera de línea, gratis y pagado. Estoy convencido que la calidad siempre valdrá la pena, aunque seguramente el modelo económico de la publicacion en linea será diferente del modelo de las editoriales tradicionales. Un amigo que trabaja en el sector editorial me ha dicho: las editoriales son como cocheros a quienes la revolución digital les regala un Mercedes - y ellos se quejan porque para sus caballos este coche nuevo es demasiado pesado.