La canciller juega, a la vez, la baza nacional y europea. En política interna, tiene que ganarse el voto de socialdemócratas y verdes para ratificar el Pacto Fiscal europeo; de cara a la UE, no puede dejarse ganar la partida por las propuestas innovadoras del futuro presidente francés, François Hollande.
Este jueves, en el Bundestag, Merkel ha descartado volver al «crecimiento a crédito» para superar la crisis de la eurozona: «Un crecimiento a través de reformas estructurales es importante y necesario. Un crecimiento de prestado nos traería de nuevo al inicio de la crisis. No lo queremos, no lo haremos».
La canciller defiende a capa y espada «su» pacto fiscal, pero se muestra dispuesta a dar incentivos al crecimiento. «La reducción del endeudamiento y el fortalecimiento del crecimiento y el empleo son los dos pilares de la estrategia», asegura.
La ratificación por el parlamento alemán del pacto de disciplina presupuestaria en Europa necesita los votos de dos tercios de las Cámaras. El SPD y los Verdes condicionan su voto, precisamente, al desarrollo de una estrategia añadida para fomentar el crecimiento y el empleo en la UE.
El debate del Bundestag sirve para fijar posturas de cara a las próximas cumbres del G8 y de la OTAN.