No concretó la canciller a qué medidas se refería, pero sí pidió trasladar el mercado común europeo al mercado laboral y»romper las barreras que existen actualmente, como el idioma.» Merkel teme que el desempleo acabe convirtiéndose en un foco de inestabilidad y da la»bienvenida de corazón a todo aquel que pueda contribuir a que un joven tenga empleo en Europa».
Para la canciller, la noción clave es competitividad: «es un tema central para el bienestar de Europa en el futuro». Por eso, en su defensa de los planes de austeridad que ella propugna, «debemos aplicar hoy las reformas estructurales para que mañana podamos vivir mejor».
Para Merkel, consolidación y crecimiento son «básicamente las dos caras de la misma moneda». En Davos, la jefa del gobierno alemán se ha mantenido en sus trece y, a pesar de lamentarse de las altas tasas de paro, -no solo en España, también en Portugal o Grecia ha recordado-, cree que las medidas implementadas en las economías europeas están dando resultado aunque todos sus efectos no se hayan sentido. «Tardarán dos, tres o cuatro años en surtir efecto», ha dicho.
También ha hablado la canciller alemana del Banco Central Europeo, ha destacado su trabajo para frenar la crisis de deuda de varios países de la eurozona, pero ha dejado claro que «los bancos centrales pueden crear puentes pero no solucionar los problemas de los gobernantes».