Merkel ha alertado contra la complacencia en la lucha contra la crisis de la deuda en la zona euro y ha expresado su preocupación por la falta de progreso en frenar los excesos bancarios y la regulación de los mercados financieros. «Es necesario avanzar en la regulación de los mercados y en la implantación de una tasa a las transacciones financieras», ha dicho la líder cristiano-demócrata. Algo a lo que se opone el Reino Unido.
Durante su discurso de una hora, con una ovación de 8 minutos, ha dicho que «vivimos tiempos turbulentos» y que es «demasiado pronto para decir que la crisis ha terminado»»Podría tomarlo con calma y decir que lo peor ya ha pasado. Pero yo les digo hoy que hay que ser cautos», y ha insistido en que «esta crisis no se resuelve de la noche a la mañana. Va a ser un proceso largo y difícil».
Merkel, muy en el estilo de sus discursos ante sus filas, enumeró los logros de su Ejecutivo, que definió como «el mejor Gobierno desde la reunificación alemana», lo que a su juicio demuestra la buena situación de su mercado laboral como el hecho de que siga siendo el motor de Europa, mientras otros socios están en recesión. También ha incidido en su apoyo a sus actuales socios de coalición, el Partido Liberal (FDP.