«España ya ha hecho mucho, pero probablemente tendrá que hacer más», ha dicho la canciller en un acto de las juventudes de la Unión Cristianodemócrata en Brauscheweig (Alemania). España e Italia son, para Merkel, el probable riesgo futuro de la eurozona: «flota en el ambiente la pregunta de a quién más habrá que prestar dinero en Europa».
Por tanto, Merkel ha pedido a los socios que trabajen más para reducir su deuda: «Si no hacen nada con sus presupuestos, si siguen teniendo déficits equivalentes a un 120 por ciento (del PIB) como Italia, entonces no importará cuán alta sea la muralla de protección porque no ayudará a recuperar la confianza de los mercados».
La canciller apuesta por una participación más directa de la UE en aquellos países que no sean capaces de controlar su endeudamiento y reclama sanciones más severas por parte de Bruselas a los incumplidores. Dice respetar la autonomía presupuestaria de los Estados, pero también la capacidad de la UE de demandar ante el Tribunal de Justicia europeo a los países que violen repetidamente el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
En otro acto con mujeres de la CDU, Merkel aún ha sido más directa: «Hay que dejar de vivir por encima de las posibilidades de uno». Se lo decía a los socios comunitarios donde más afecta la crisis de deuda, a los que, sin citar a ninguno, pidió que dejaran de «vivir del crédito».