No es probable que salga alguna solución de la cumbre de los 17 líderes de la eurozona, entre otras cosas, porque Angela Merkel no puede comprometerse a nada que tenga relación con los rescates financieros sin que sea aprobado previamente por el Parlamento alemán y algunos temas los deben aceptar las dos cámaras. De ahí que no admita de ninguna manera los eurobonos, aunque parece una solución a largo plazo y esté tan empeñada en la participación de los bancos
Todo son rumores y negociaciones. Este miércoles la canciller alemana, Angela Merkel y el presidente francés Nicolás Sarkozy, han quedado para comer y preparar la reunión que el jueves se celebrará en Bruselas. Funcionarios de alto nivel de la eurozona han estado negociando este martes y con toda probabilidad lo continuarán haciendo hoy miércoles.
La cuestión es si Grecia tendrá que suspender pagos de la deuda. Las opciones que se barajan son hacer una quita parcial de la deuda que se reduciría al 160% del PIB. Otra posibilidad, que gana fuerza,es que Grecia comprara ella misma su propia deuda. Como está tan baja esa recompra permitiría reducir el endeudamiento del país. El dinero para la operación debería salir de los otros países de la eurozona y no del Fondo Europeo de Ayuda que los mercados interpretarían como una quiebra parcial.
Otra de las opciones sería crear una tasa bancaria especial, el dinero lo darían los bancos pero de una forma indirecta, el problema es que no se diferenciaría entre los que tienen deuda griega y los que no. Naturalmente las instituciones bancarias francesas y alemanas han dicho que esa tasa sería contraproducente.
Por su parte el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet no quiere oir hablar de quiebra, tampoco España que cree que eso puede tener malas consecuencias y avivar el efecto contagio . Sin embargo el BCE empieza a contradecirse y ha dejado ver que no estaría mal alguna solución que rozara la quiebra por poco tiempo.
Por si fuera poco, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde que tan bien conoce los entresijos de la UE, insta para que lleguen a alguna conclusión y sean más claros sobre las demandas a los acreedores privados de Grecia.