«Por parte alemana y europea haremos todo lo posible para encontrar una solución diplomática al drama de miles de personas. Pero naturalmente, hay que encontrar una solución aceptable para ambas partes que segure la integridad de Ucrania», ha dicho Merkel ante Poroshenko. La política alemana quiere que el martes en Minsk, cuando se entrevisten los presidentes de Rusia y Ucrania, Poroshenko presente una estrategia diplomática y no de confrontación. Para Merkel hay que buscar «una solución aceptable para todas las partes, defendiendo la integridad territorial de Ucrania y respondiendo a las necesidades de los ciudadanos del este».
La visita de Merkel coincide con la celebración del 23 aniversario de la independencia de Ucrania de la antigua Unión Soviética. Dos décadas de relaciones muy complicadas y que se encuentran en uno de los momentos más críticos. En pocos meses Rusia se ha anexionado Crimea y apoya a los separatistas del este del país. En un acto celebrado ante la catedral de la capital ucraniana, Petro Poroshenko, ha dicho que «el país se encuentra más unido que nunca» y en un «guiño» a sus aliados europeos ha explicado que «las banderas de Ucrania y la UE tienen los mismos colores».
Por otra parte, el convoy de casi 200 camiones de supuesta ayuda humanitaria de Rusia a las ciudades asediadas de Lugansk y Donestk, han abandonado Ucrania, por un puesto fronterizo controlado por los prorrusos. El portavoz del Consejo Nacional de Seguridad de Ucrania, Andriy Lysenko, ha denunciado que los camiones salieron de la factoría de Tapas, «donde se fabrican lanzadores antimisiles y se han trasladado a otro almacen, donde se producen balas para armas». Ha vuelto a insistir que los camiones no han sido supervisados por mediadores independientes.
Un cruce de acusaciones que se manitene entre las partes implicadas en el conflicto a nivel internacional. Kiev insiste que es un convoy de avituallamiento para los prorrusos y sus aliados, Europa y Estados Unidos, acusan a Rusia de violar la integridad territorial ucraniana mientras Moscú cree que Occidente solo intenta demorar la dramática situación de los ciudadanos asediados en Lugansk o Donietsk.