La experimentación con animales es uno de los puntos más controvertidos de la investigación cosmética. En Roma, se está celebrando estos días el VII Congreso Mundial sobre Alternativas a la Experimentación con Animales. Aprovechando este evento la Comisión Europea y la Asociación Europea de la Industria Cosmética, Colipa, han hecho el anuncio de aportar cada una de ellas 25 millones de euros para proyectos que eviten la utilización de animales en los experimentos y que además resulten más baratos.
El vicepresidente comunitario, Günter Verheugen, y el comisario de Ciencia e Investigación, Janez Potocnik, están orgullosos de esta colaboración con el sector privado y reafirman la voluntad de la Comisión Europea de evitar la utilización de animales en investigación manteniendo la seguridad de los productos y procurando que su precio sea más bajo para los consumidores.
Se esperan proyectos sobre desarrollo de órganos y células parecidos a los humanos, definición de nuevos umbrales de efectos toxicológicos o modelos computacionales de técnicas y datos científicos. No se admitirá ningún proyecto en el que se experimente con animales vivos.
La UE lleva veinte años buscando la forma de que se termine con los experimentos con animales vivos. El principio de las 3R, reemplazar, reducir y perfeccionar -Refining en inglés- subyace en gran número de leyes comunitarias y en la financiación de muchos proyectos de desarrollo tecnológico.