La Comisión Europea ha advertido inmediatamente que cualquier desviación del camino marcado hará que los inversores se retraigan y pierdan la confianza que al parecer están recuperando poco a poco. También dice que en breve ampliarán el plazo de los vencimientos y apela a las instituciones portuguesas para que no se dejen seducir y continúen con las medidas de ajuste que se han tomado.
El primer ministro portugués, Passos Coelho ya ha dicho que habrá nuevos ajustes en sanidad, servicios sociales y educación para evitar tener que pedir un posible segundo rescate. La troika (Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional y Banco Central Europeo), enviará en unos días una delegación para analizar de qué forma afectará al ejercicio en curso la decisión del Tribunal Constitucional portugués.
Las nuevas medidas no son una sorpresa, antes de que el alto tribunal tomara su decisión ya las había apuntado el ministro de Finanzas y el FMI en un polémico informe en el que decía que sobran entre 30.000 y 50.000 profesores aconsejaba prescindir del 20 por ciento de los funcionarios.