Prueba de la importancia que la Comisión Europea da a la paridad de género en las empresas es que en la propuesta han intervenido, además de la vicepresidenta Reding (Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía), el Vicepresidente Antonio Tajani (Industria y Emprendimiento), el Vicepresidente Joaquín Almunia (Competencia), el Vicepresidente Olli Rehn (Asuntos Económicos y Monetarios), el Comisario Michel Barnier (Mercado Interior y Servicios) y el Comisario Lázsló Andor (Empleo y Asuntos Sociales).
La directiva establece un objetivo del 40 % del género menos representado entre los administradores no ejecutivos de las empresas que cotizan en bolsa, quedan excluidas las PYME. Las empresas que tengan menos del 40 % de mujeres deberán hacer los nombramientos necesarios aplicando criterios «claros, inequívocos y no sexistas». Cuando la cualificación sea igual, se dará prioridad al género que menos representado esté.
Estos objetivos deberán estar cumplidos para 2020. Las empresas públicas deberán alcanzar la paridad dos años antes, en 2018. Unas 5.000 empresas en toda la UE deberán aplicar esta legislación.
La vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reding, ha comentado que la UE ha promovido la igualdad de género desde hace 50 años y en el único lugar en el que no lo ha conseguido ha sido en los consejos de administración de las empresas.
Solo uno de cada siete miembros (13,7 %) de los consejos de administración de las principales empresas europeas es mujer. Un pequeño aumento con respecto al 11,8 % registrado en 2010. A ese ritmo se necesitarían otros 40 años para llegar a un cierto equilibrio entre hombres y mujeres.
Once Estados miembros, Bélgica, Francia, Italia, los Países Bajos, España, Portugal, Dinamarca, Finlandia, Grecia, Austria y Eslovenia han legislado para promover la igualdad de género en los consejos. En ocho de estos países, la legislación abarca a las empresas públicas. Mientras que otros 11 países de la UE no cuentan con medidas de autorregulación ni legislación al respecto.
Además hay una gran diferencia entre unos países y otros. Las mujeres suponen un 27 % de los consejos de administración de las mayores empresas finlandesas y el 26 % en Letonia, pero solo el 3 % en Malta y el 4 % en Chipre. El país que más ha conseguido ha sido Francia, que introdujo una cuota obligatoria en enero de 2011.
Estudios recientes sugieren que los consejos de administración en los que se da un equilibrio de géneros disponen de más potencial para mejorar la situación financiera de las empresas. Una mayor presencia de mujeres en los puestos directivos puede contribuir a un entorno de trabajo más productivo e innovador y a mejorar la rentabilidad de la empresa en su conjunto.
Además, las mujeres representan el 60 % de los nuevos licenciados universitarios, aunque solo unas pocas acaban ocupando altos puestos en las empresas. Abrirles la puerta a puestos de responsabilidad actuará como un estímulo para que las mujeres se incorporen y permanezcan en el mercado laboral, contribuyendo a aumentar las tasas de empleo femenino.
En estos momentos el 91,1 % de las juntas ejecutivas, el 85 % de los directores no ejecutivos y el 96,8 % de sus presidentes son hombres, frente a un 8,9%, respectivamente, 15% y 3,2% mujeres.
Las instituciones europeas dan ejemplo
El 52,4 % del personal de la Comisión Europea son mujeres. Uno de cada tres comisarios también lo es y ocupan el 27,2 % de los puestos de responsabilidad. En el Parlamento el 35 % de los diputados son mujeres, mientras que en el Consejo Europeo (el conjunto de los Jefes de Estado y de Gobierno) sólo hay tres mujeres entre los 27 miembros. En el Banco Central Europeo no hay ninguna y entre los gobernadores de los Bancos centrales tampoco, eso está ocasionando problemas para elegir el miembro que ocupará el asiento que hay vacante, el Parlamento Europeo quiere que sea una mujer.