Los ministros de Agricultura de la UE debaten en Bruselas el informe que el ejecutivo comunitario presentó el pasado julio sobre el mercado lácteo y que no parece haber gustado a nadie. El documento deja claro su rechazo a reducir las cuotas de producción o a congelarlas, como reclaman los productores. Bruselas autorizaría a los gobiernos a aumentar las ayudas públicas a los agricultores de 7.500 a 15.000 euros.
La ministra española, Elena Espinosa, lamentó, a su llegada a la reunión, que las medidas no solucionen los problemas del sector y que además las ayudas tengan que salir de cada Estado miembro, teniendo en cuenta que se trata de una crisis que afecta «en mayor o menor medida» a todos los Estados miembros. Reclamó de la Comisión más «flexibilidad» para que el reglamento «no sea tan rígido» y permita adoptar medidas temporales.
Mientras los ministros estaban reunidos, unos mil productores de leche belgas se concentraron en las inmediaciones de las Instituciones europeas para hacer oír su voz. La protesta, a la que se sumaron algunos ganaderos franceses, estaba convocada por la Federación Valona de Agricultores, el sindicato flamenco de agricultores y la confederación de agricultores belgas. euroXpress