«Los bosques de ambas riberas del Mediterráneo son de gran importancia para el desarrollo rural y el mantenimiento de la población, por lo que es necesario un circuito económico que revierta recursos para asegurar su gestión sostenible», afirmó el Subdirector General y Director del Departamento Forestal de la FAO durante su participación en la Semana Forestal Mediterránea (IV SFM), que concluye mañana en Barcelona.
Bajo el lema «Mejora de los medios de vida: el papel de la cadena de valor del bosque mediterráneo en la economía verde», el encuentro se celebra con el objetivo de concienciar a la población, los gobiernos y los medios de comunicación sobre la importancia de los bosques mediterráneos, que se enfrentan a desafíos como el impacto del cambio climático y la falta de recursos para su gestión sostenible.
En una sesión de alto nivel celebrada con donantes bilaterales y multilaterales, Rojas urgió a la cooperación entre los países de ambas riberas del mar Mediterráneo en todos los aspectos forestales del medio rural y reiteró la importancia de una adecuada financiación para la restauración forestal, las acciones de adaptación al cambio climático y la lucha contra las negligencias forestales.
«Se trata de coordinar la actuación de los gobiernos para prestar más atención a los bosques mediterráneos que, con independencia del nivel de desarrollo de los países en los que están situados, comparten retos comunes», añadió Rojas.
La cita ha permitido hacer seguimiento de la Declaración de Tlemcen, aprobada en Argelia en marzo de 2013, que refleja el apoyo político de los países mediterráneos con el desarrollo sostenible de los bosques mediante una cooperación más intensa.
En el marco del encuentro, el Departamento Forestal de la FAO presentó una nueva edición de su revista UNASYLVA que, bajo el título «Una nueva dinámica para los Bosques Mediterráneos», se centra en las presiones que afectan a los bosques de la región, proveedores de madera, corcho y muchos otros productos y servicios además de fuente de ingresos.
Mitigar los efectos del cambio climático
Los bosques del Mediterráneo están sometidos a presiones crecientes, sobre todo ligadas a las necesidades cada vez más imperiosas de la población, y a estrés climático como el aumento de la temperatura, la escasez de lluvias y las sequías prolongadas.
Durante el encuentro se presentaron 5 evaluaciones del impacto del cambio climático en bosques de Marruecos, Argelia, Tunez, Líbano y Turquía.
Mantener vivas las zonas forestales mediterráneas
Rojas abordó también el fenómeno de la migración del campo a las ciudades y el vaciamiento de zonas rurales en determinados países mediterráneos. En ese sentido, recordó «la necesidad de mantener una población mínima en las zonas rurales y en las zonas forestales»dado que requieren gestión, mantenimiento y vigilancia para una restauración y gestión sostenibles».
«Tiene que haber – afirmó- unas políticas de desarrollo en los países de la ribera sur del Mediterráneo, apoyadas por la cooperación, que permitan mantener vivas estas zonas y no replicar lo que ha sucedido en una parte importante de la ribera norte, especialmente en España, donde se han quedado «prácticamente desérticas de población».
El ejemplo de Costa Rica en la gestión medioambiental
Rojas citó el ejemplo de Costa Rica, que también participa en la cita en el marco de un programa de cooperación triangular con Marruecos y Alemania en el que comparte su modelo de preservación medioambiental.