El director general de la FAO, Jacques Diouf, pide apoyo a todos contra el hambre y lo refleja en el lema de este año «Unidos contra el hambre» del Día Mundial de la Alimentación. Una reflexión que critican las ONG involucradas en países con una alimentación muy deficitaria, dicen que la propuesta de la ONU no menciona ni una sola vez que la alimentación es «un derecho que está siendo vulnerado para millones de seres humanos». Tampoco se habla del comercio internacional de alimentos, de las ayudas que favorecen a los grandes productores y distorsionan el funcionamiento de los mercados, de la especulación con materias primas alimentarias, o el impacto de los biocombustibles.
Piden a la ONU que actúe sobre «las causas profundas del hambre» argumentan que «se espera mucho más de la FAO que contar con estrellas del cine o del deporte para conseguir fondos para luchar contra el hambre».
Ya quedó claro, en la reunión de la ONU que no se va a conseguir este Objetivo de Desarrollo del Milenio de disminuir a la mitad el hambre para 2015, aunque sí va disminuyendo lentamente el número de personas malnutridas, el 98% está en los países en vías de desarrollo. Dos terceras partes viven en sólo siete países, Bangladesh, China, República Democrática del Congo, Etiopía, India, Indonesia y Pakistán, más del 40% en China e India. La mayor proporción, el 30%, está en África Subsahariana. En total son 925 millones de personas que sufren hambre crónica. Tres millones de niños mueren al año por hambre.
La Unión Europea, señala que desde hace muchos años la seguridad alimentaria en el mundo ocupa el primer puesto de sus prioridades políticas. Por su parte el Gobierno español ha aprobado una Declaración Institucional, en la que se reafirma en su compromiso en la lucha contra el hambre y su esfuerzo para que «la seguridad alimentaria sea uno de los temas fundamentales en la agenda internacional de cooperación al desarrollo».