Hacia las 6 de la mañana unos 1.000 subsaharianos han bajado desde el monte Gurugú y han escalado la valla, que termina en una alambrada metálico con cuchillas, que separa Marruecos de Melilla. Ha sido uno de los saltos más multitudinario de los últimos tiempos.
Los inmigrantes que han conseguido entrar en España se han dirigido al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de la ciudad, que tiene capacidad para 500 personas pero que acoge en estos momentos a 2.300.
La gran mayoría se aloja en tiendas de campaña del ejército. Según el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, la situación del CETI es «límite», ocupado en más de cuatro veces su capacidad.
Desde abril, que se produjo otra entrada masiva, mayor incluso que la de esta madrugada de unos 1.000 inmigrantes, el gobierno ha redoblado el número de miembros de las fuerzas de seguridad. Pero los saltos continúan produciéndose. En lo que va de año unas 2.000 personas han conseguido burlar la valla de unos 4 metros de altura y 12 kilómetros de longitud terminada por concertinas. En 2013 fueron 1.740 las que consiguieron entrar por este método.