Modernizar las salas de cine y digitalizarlas es necesario en una época en la que tienen un fuerte competidor en la televisión. La comisaria de Educación y Cultura, Androulla Vassiliou está convencida de que «La revolución digital ha transformado la forma de producir, distribuir y proyectar películas». La tecnología digital reduce los gastos de distribución y «posiblemente aumenta la cantidad y diversidad de las películas europeas que se proyectan en todo el mundo» añade la comisaria.
El coste de la conversión y las diferentes necesidades de las salas están frenando la digitalización. Un proyector y un servidor digitales nuevos cuestan unos 75.000 euros, una cantidad que está muy por encima de las posibilidades de los pequeños exhibidores. Ya han recibido ayudas del FEDER, cines de Polonia, Portugal o Alemania.
Pero la intención de la Comisión Europea no es solo poner al día las salas, quiere aprovechar la normalización para que las películas que se producen en la actualidad no tengan que hacer copias en celuloide y en soporte digital ahorrando así un sistema doble de distribución y proyección. Además, quiere potenciar la investigación y la formación profesional para recuperar las películas de los primeros años del cine, evitar que se pierdan y ponerlas al alcance de un público amplio.
La UE espera que la digitalización anime a las salas a exhibir películas europeas. El número de obras que se producen en los veintisiete supera con mucho las de fuera y sin embargo eso no se refleja en la cuota de pantalla. El poder de las distribuidoras americanas hizo que en 2008 su cuota de pantalla fuera de un 65% en relación a las películas europeas.
Frente a las grandes cadenas de salas los pequeños cines son los que dan más películas producidas en Europa. Muchos de ellos pertenecen a la red "Europa cinemas", que recibe ayuda del programa MEDIA desde 1995. Están en la red 770 salas, con 1945 pantallas, de 443 ciudades de los veintisiete y el Espacio Económico Europeo.