El ministro sueco de Exteriores, Carl Bildt, considera que la UE debe poner en marcha una nueva estrategia para Afganistán «porque el momento es crítico». Los 27 han acordado un nuevo plan para la región, incluido Pakistán, del que de momento no se han dado cifras.

Se trata de que el nuevo gobierno afgano que salga de las elecciones asuma la responsabilidad para tener el control y garantizar la seguridad en el país. Pero para eso es necesario más dinero. La comisaria de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, va a proponer a la Comisión que incluya una mayor asistencia para Afganistán en las perspectivas financieras hasta 2013.

Ahora, la UE y sus Estados miembros aportan 1.000 millones de euros anuales a la reconstrucción del país, pero los 27 creen que, dada la situación, es insuficiente. Pretenden mejorar la formación de funcionarios, crear instituciones estatales efectivas, coordinar los esfuerzos humanitarios e incrementar la capacidad de gobierno del nuevo ejecutivo que salga de las urnas.

La decisión europea de implicarse más en Afganistán se produce poco después de que la Casa Blanca pidiera más apoyo internacional y de que la OTAN respaldara los planes del general Stanley McChristal para combatir a los insurgentes.

El Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común, Javier Solana, ha dicho que «el apoyo a Afganistán es urgente, pero la política europea en la zona debe ser coherente y no se puede olvidar a Pakistán. Esta es la forma de decir a los dos países desde la comunidad internacional que no están solos».