Los últimos acontecimientos en Túnez, donde ha sido asesinado uno de los líderes de la revuelta y jefe de la oposición, Chuckri Bel Aid, muestran las dificultades a las que se enfrentan las «primaveras árabes». Durante su entierro se han escuchado gritos pidiendo «una nueva revolución». Egipto, que la semana que viene celebra el segundo aniversario de la caída de Hosni Mubarak, se encuentra inmerso en una grave tensión social.
En cuanto a Siria, el único país que no ha conseguido llevar a buen puerto su «primavera», la UE mantendrá el embargo de armas y podría armar a la oposición si está segura de que es totalmente imposible lograr una solución negociada al conflicto, según palabras del presidente francés, François Hollande. Al término del Consejo el mandatario galo ha dicho que «el embargo de armas existe y sólo podrá ser levantado si estamos seguros de que no hay posibilidad alguna de diálogo político».
La UE ha comprometido hasta ahora 3.500 millones de euros para apoyar los procesos de transición en los países que han llevado a cabo una «Primavera árabe». A eso hay que añadir 700 millones incluidos en el programa SPRING, que apoya las reformas democráticas. El Banco Europeo de Inversiones ha destinado otros 1.000 millones y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, está autorizado a distribuir otros 1.000 millones más, para proyectos de desarrollo en Egipto, Túnez, Jordania y Marruecos.
Los jefes de Estado y de Gobierno han valorado los «monumentales» progresos de la región del Mediterráneo sur y Oriental para avanzar en su democratización a lo largo de los dos últimos años, e insisten en que priorizararán «la promoción y protección de los derechos humanos, las libertades fundamentales y el Estado de Derecho». En las conclusiones de la cumbre se insta a los gobierno y a las fuerzas políticas y sociales a mantener el esfuerzo «por instaurar democracias estables y bien arraigadas, que no se limiten a simples procesos electorales».
La UE abordará «con urgencia» los «notables desafíos socioeconómicos a los que se enfrentan muchos países de la región para alcanzar las bases de la recuperación y consolidar la transición democrática». En el comunicado final, los Veintisiete ofrecen asistencia en ámbitos como la justicia, la seguridad, o la transformación política por la vía democrática. También tienen previsto estimular los intercambios entre jóvenes y estudiantes, apoyar la ocupación juvenil y femenina de la región y colaborar en ámbitos de investigación y de potenciación de las pymes. En materia de defensa quieren colaborar para mejorar la gestión de las fronteras, y en otras áreas se proponen políticas de mejora del medio ambiente, el transporte, la energía o la cultura.
Los representantes europeos han pedido a la responsable de exteriores que supervise las relaciones con la ribera sur del Mediterráeno y se evalúe la eficacia de la Políticas de Vecindad con estos países. Para ello se va a realizar un informe que deberá estar finalizado en junio. Marruecos sigue siendo el principal beneficiario de esas ayudas con 580 millones de euros entre 2011 y 2013.
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