Los Socialistas y Demócratas en la Eurocámara han elegido a Schulz, en una reunión del grupo en Bruselas. El presidente en funciones del Parlamento Europeo se ha mostrado satisfecho de la confianza de los socialistas europeos y ha dicho que "conozco muy bien este grupo, donde trabajé con mis compañeros y compañeras para convertirlo en la fuerza pan-europea y progresista que es hoy en día». «Esta elección me brinda todo el apoyo de nuestros eurodiputados y eurodiputadas – de los 28 Estados miembro- para conducir de manera eficaz las negociaciones para la próxima presidencia de la Comisión Europea y su programa político, así como la futura estructura dentro del Parlamento Europeo».
El político alemán ha señalado que «el Grupo S&D es el segundo en número de escaños en el Parlamento, y juntos defendemos una Europa diferente, más justa y equitativa. Continuaremos nuestra lucha contra el dictado de austeridad en la UE, y también nos centraremos en combatir la evasión fiscal. Sin embargo, los ciudadanos también quiere ser capaz de confiar en Europa y en sus políticos y políticas. Hacer una Europa más democrática, así como re-equilibrar sus poderes para hacerla más eficaz, será otra de nuestras prioridades».
Schulz ha agradecido el trabajo de su predecesor, el austríaco Hannes Swoboda, que ha dirigido el grupo socialista durante los últimos dos años y medio, y que se ha retirado de la primera línea de política europea, al no presentarse a las elecciones de mayo.
El nuevo jefe de grupo de S&D ha vuelto a insistir en que el Consejo Europeo debe dar el mandato para presidir la Comisión Europea a Jean-Claude Juncker. En ese sentido Schulz ha dicho que «no debemos retrasar un proceso que ha votado la ciudadanía europea. El mandato para lograr una mayoría en el Parlamento Europeo debe recaer en Jean-Claude Juncker, con un claro compromiso de todos los grupos democráticos». Schulz ha dejado claro que «nuestro Grupo sólo apoyará a un presidente de la Comisión que esté dispuesto a afrontar los grandes retos de la UE: acabar con la austeridad, reducir el desempleo –en particular el paro juvenil- atajar el aumento de la pobreza y de la exclusión social, perseguir el fraude fiscal, y hacer una Europa más competitiva con más inversiones, infraestructuras modernizadas, y una interpretación más flexible del Pacto de Estabilidad y Crecimiento».