El quid de la cuestión de Crimea radica, según Margallo, en que la anexión que se produjo el pasado marzo tras un referéndum, y que la UE considera ilegal, no respeta la Constitución ucraniana. Asimismo, la península empezó a formar parte de Ucrania en 1954, cuando aún existía la Unión Soviética. Cuando la URSS se dividió en 1991, Crimea se mantuvo en la nueva Ucrania, algo contrario a la entonces constitución soviética. Bajo estas circunstancias, ambos países se siguen disputando el territorio, por esta razón, Margallo considera que la única solución que puede desbloquear la situación es acudir la Corte de la Haya, encargada de resolver los conflictos político-jurídicos entre Estados. Por el momento, Margallo insiste en que es sólo una propuesta, «una idea embrionaria».
Asimismo, el ministro español cree que ello descongelaría en parte el enfrentamiento, ya que ha admitido que «la cooperación de Rusia es extraordinariamente bienvenida» en otros conflictos como, por ejemplo, Siria (el gobierno del Kremlin sigue apoyando al régimen de Bashar Al Assad), Irak y Afganistán. Las fuerzas prorrusas aseguran tener bajo su control el aeropuerto de Donetsk, pese a que Kiev lo niega. Los titulares de Interior insisten en que si sigue sin respetarse el Protocolo de Minsk entre ambas partes, no se avanzará en las conversaciones con Rusia.
Donde sí han coincidido los ministros es en un plan de información para contrarrestar la propaganda rusa. La Alta Representante de Política Exterior, Federicca Mogherini, ha matizado que no se trata de contrapropaganda, sino de un instrumento que intente acabar con informaciones exclusivas desde el punto de vista del Kremlin. Los ministros han mantenido una reunión larga en la que han coincidido en que las sanciones a Moscú han surtido efecto. Fuentes comunitarias confirman que la política ha funcionado –Rusia se enfrenta a una devaluación del rublo y está sufriendo las consecuencias de la inflación en sus productos – . Sin embargo, no han tomado nuevas medidas contra Moscú y han decidido mantener un tiempo de «reflexión» hasta marzo, cita en la que se reúnen los jefes de Estado y de Gobierno, y momento en el que expirarán, además, las primeras sanciones impuestas. No obstante, Margallo ha insistido en que la continuación de las sanciones «no es bueno ni para Europa, ni para Rusia, ni para Ucrania». Mogherini ha insistido en que la política contra Moscú «no va a cambiar» y que va «a seguir inalterable en un futuro próximo». Es decir, no se estima por el momento un levantamiento de las sanciones.
Las relaciones con Cuba
Por otra parte, y a petición española, figuraban en la agenda las relaciones con Cuba, tras el anuncio de las conversaciones entre Estados Unidos y la isla. El ministro Margallo estima que la situación interna de Cuba y Venezuela, que mantienen una estrecha colaboración económica, en especial a través del petróleo, ahora ha cambiado. El país liderado por Nicolás Maduro ha sufrido un duro revés en los últimos meses: una alta inflación y escasez de alimentos, y la caída de los precios del petróleo ha acelerado según el titular español las conversaciones de La Habana con Washington.
Mientras tanto la UE, que en 1996 comenzó un particular bloqueo a la isla con la denominada 'posición común' a petición de José María Aznar, lleva negociando con Cuba desde esta primavera con vistas a un futuro acuerdo bilateral. Cuba es el único país de América Latina con el que los Veintiocho no tienen ninguna relación en este ámbito. Ante estos hechos, y la mejora de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, Margallo ha pedido que se aceleren las negociaciones. Asimismo, cree conveniente que se debería acelerar el proceso de transición democrática.
Terrorismo en Europa
Los atentando de París en los que murieron 17 personas y que ha llevado a varias operaciones antiterroristas en Bélgica, Alemania, Francia y Grecia han precipitado que los titulares de exteriores aúnen fuerzas con sus homólogos de Interior. El objetivo, intentar acabar con un fenómeno que ha tocado a las puertas de Europa y que se ha fraguado dentro de sus fronteras. Por ello, los ministros de los Veintiocho han acordado ampliar medidas como aumentar la seguridad en las delegaciones europeas de los países en conflicto.
Fuentes del gobierno español admiten que la presencia de los retornados de la guerra de Siria e Irak con nacionalidad europea se está convirtiendo en un fenómeno emergente. El debate que ha surgido a raíz de los atentados de París, sobre el control en las fronteras de Schengen y el registro de pasajeros (PNR) ha sido abordado hoy, pero serán los ministros de Interior los que deban ahondar en ello. Por el momento, los Estados miembros insisten en que deben «trabajar conjuntamente» para luchar contra el fenómeno del terrorismo. Sin embargo, algunos países como Bélgica y España han alzado la voz y han pedido que se desbloqueen las negociaciones con el Parlamento Europeo. La Eurocámara tiene dudas de que se respeten los derechos de los ciudadanos.
Asimismo, los ministros de Exteriores han abogado por abordar el terrorismo también con los países implicados en conflictos que afectan colateralmente a Europa, en especial Somalia, Yemen, Siria, Irak, Nigeria y Libia. También Turquía, al que Margallo ha insistido en que es «un socio estratégico». El ministro español ha señalado también en varias ocasiones que se debe hablar con el régimen de Bashar Al Assad, e incluirlo como parte de la solución, aunque no como parte del futuro de Siria. Margallo ha estimado la propuesta de una futura Conferencia de Vecindad Sur, con los países de la orilla del Mediterráneo, antes de la reunión de los países del este, que se celebrará en Riga en febrero. Sin embargo, el ministro ha insistido en que la idea está en una fase muy inicial, no hay tampoco un calendario claro, y se desconoce los países que podrían asistir, aunque Siria forma parte de la Vecindad Sur, pero no ha querido confirmar si podría participar en el encuentro.