Contra los ajustes y la corrupción entre silbatos, tambores y canciones se han manifestado maestros llevando camisetas de color verde, médicos y enfermeras de blanco, mineros de negro, feministas de violeta, decenas de asambleas populares del 15M, afectados por las hipotecas, trabajadores de Iberia, de Telemadrid, afiliados a partidos como Izquierda Unida (IU), Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Izquierda Anticapitalista o Equo.
«No al golpe de Estado financiero. No debemos, no pagamos» ha sido uno de los lemas principales de esta Marea Ciudadana, o «No al fraude hipotecario» o «Sus sobres mis recortes», en alusión al «caso Bárcenas», rezan algunas pancartas.
La elección del día no ha sido casual, según la convocatoria «En 1981, tras el golpe militar, la ciudadanía se manifestó masivamente en defensa de la libertad y la democracia. Ahora, 32 años después, llamamos a toda la ciudadanía, a todas las mareas, asambleas, organizaciones y colectivos a confluir en una jornada de movilización».
En el manifiesto se ha criticado la presión de los mercados financieros, la deuda ilegítima generada por los mismos, y «las brutales políticas de ajuste», que está causando «la mayor crisis de la democracia de las últimas décadas».
Tras la lectura del manifiesto, guardar un minuto de silencio y lanzar el grito de «Sí se puede», ha terminado la manifestación en Madrid que ha estado vigilada por unos 1.400 antidisturbios.
Según la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, se han registrado en la comunidad hasta el pasado 15 de febrero un total de 632 manifestaciones o concentraciones. La cifra es el doble de las que se registraron en las mismas fechas del año pasado, que se cerró con la cifra récord de 3.419 protestas.
La delegada considera que tantas manifestaciones se deben a una situación económica «muy difícil y complicada» y al «cabreo ciudadano» motivado por la corrupción política.