«Para crear un ambiente positivo, hemos acordado detener el reloj», ha dicho la comisaria de Cambio Climático, Connie Hedegaard, que confía en que la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO, por sus siglas en inglés) pueda llegar a un acuerdo alternativo que ayude a contener las, cada vez mayores, emisiones de las aerolíneas.
La Comisión Europea creó la ley tras esperar durante años a que lo hiciera la organización internacional. Ahora, ante el escándalo que suscitó tendrá que esperar de nuevo. Hedegaard, ha comunicado a los representantes de los veintisiete su decisión.
Las compañías de aviación de la UE tendrán que pagar por sus emisiones de dióxido de carbono en virtud de las leyes que existen y los Estados miembros tienen que aprobar la exención que ahora hace la Comisión para compañías no europeas.
La comisaria deja claro que la ICAO debe ponerse a trabajar ya para crear una ley que esté lista para octubre del año próximo, que obligue a todas las compañías. Si no es así la Comisión Europea volverá a poner en funcionamiento la ley que ahora congela.
El Esquema de Comercio de Emisiones de la UE, se estableció en 2003 y entró en funcionamiento el 1 de enero de 2005, en principio solo contemplaba las emisiones de instalaciones industriales. Desde el 1 de enero de 2012 entró en vigor la disposición que incluía todas las actividades de la aviación con destino u origen en la UE. La legislación incluye a 30 Estados, los 27 de la UE, más Noruega, Islandia y Liechtenstein.