El proyecto de Hollande para legalizar el matrimonio gay y la adopción por parejas del mismo sexo empieza a debatirse en la Asamblea con la sociedad francesa dividida. Este domingo, cientos de miles de personas lo han apoyado por las calles de París y otras ciudades francesas, en respuesta a otros tantos que lo hicieron en contra hace un par de semanas.
Era inevitable la guerra de cifras y parece que ganan los opositores a las bodas homosexuales. Sin embargo, los convocantes de la marcha «Matrimonio para todos» destacan que los que se han sumado hoy a la marcha son muchos más que los que lo hicieron en diciembre por el mismo motivo. La policía cifra la participación en la movilización de hoy en 125.000 personas; los organizadores la amplían hasta 400.000.
En la marcha de este domingo había parejas gay, familias, heterosexuales que defienden el derecho a elegir junto a representantes de los sindicatos y los partidos de izquierda. Todos han marchado hasta la simbólica Plaza de la Bastilla «por la igualdad ahora, contra la discriminación siempre», según decía una de las pancartas.
En declaraciones recogidas por la agencia France Press, una chica decía: «Yo no soy gay, pero mis mejores amigas sí lo son, y quiero mostrarles mi solidaridad¨. Otro joven justificaba su asistencia a la manifestación: «Yo no iba a venir, pero al ver la manifestación de hace dos semanas, y escuchar tantos comentarios horribles, llenos de prejuicio, y hasta de odio, sentí que tenía que estar hoy aquí».
Ante la «guerra de manifestaciones», el gobierno ya ha señalado que el matrimonio y la adopción por personas del mismo sexo se decidirá en el parlamento y no en las calles.