Según datos del MAGRAMA, en 2014 el valor de la producción en el sector frutícola cayó un 13% por la significativa caída de precios provocada por el veto ruso, el colapso del mercado interno de la UE y la caída del consumo (-6%). En términos de valor, es el segundo sector en importancia de nuestra producción agraria, representando un 15,6% del total, sólo por detrás del hortícola (17,5%). En estos momentos, pera y manzana se están liquidando al agricultor entre 0,14-0,18 €/kg, frente a los 0,20-0,25 €/kg que cuesta producirlas. A esta situación hay que sumar el incremento de los costes de producción y la falta de medidas efectivas de regulación de mercado, tal y como han evidenciado los desajustes provocados a nivel interno por el veto ruso.
En base a esta difícil situación, COAG ha traslado a García Tejerina una serie de medidas urgentes que en su opinión se deberían adoptar para mitigar el impacto de la caída de precios en la renta de los productores y evitar el abandonado de las pequeñas explotaciones que en 2014 cayeron por debajo del umbral de la rentabilidad:
El presupuesto de la UE para 2015 debe prever suficientes recursos para financiar esta crisis sin precedentes. Las medidas contra el veto ruso han resultado escasas, dado que no todos los agricultores ha podido acogerse a ellas en las mismas condiciones por la insuficiencia de las cuantías de indemnización y porque determinados países de la UE han actuado con cierta irresponsabilidad.
Contemplar, cuanto antes, el establecimiento de medidas frente al veto ruso en fruta de hueso de cara al comienzo de la nueva campaña. Por otro lado, es necesario ampliar el cupo actual en manzana y pera, prácticamente agotado.
Denegación de nuevas concesiones en el sector de frutas y hortalizas en el marco de acuerdos bilaterales entre la UE y otros países. Mantenimiento de la preferencia comunitaria.
Evitar, en lo posible, la especulación en la cadena de valor alimentaria, tanto en el ámbito del Estado, como a nivel de la UE, de tal manera que los precios en destino se adecuen con rapidez a la situación de precios en origen y, por otro lado, se controlen las caídas injustificadas en productos no afectados.
Adelanto, por parte del MAGRAMA, del pago de los importes de los productos agrícolas que se acogieron a las medidas de los reglamentos de ayudas contra el veto ruso y que han sido validados para la percepción de las ayudas.
Devolución del 50% del pago de los seguros sociales, a los agricultores afectados por el veto ruso que contrataron trabajadores, desde agosto a diciembre de 2014.
Establecimiento de líneas de financiación bonificadas y créditos blandos para permitir el comienzo de la nueva campaña.
Reducción de módulos de cotización del IRPF para el año 2014.