El Alto Tribunal ha fallado por primera vez contra Malta por haber violado el artículo 3 de la Convención Europea de Derechos Humanos, que recoge la prohibición de realizar tratos inhumanos o degradantes, sobre todo en relación con la detención de migrantes. Según los jueces en el cuartel Lyster, los detenidos estaban expuestos al frío, había falta de personal femenino, se dificultaba el acceso a espacios al aire libre (impidiendo a las personas poder realizar ejercicios) y la comida era mala.
Aslya Ahmed entró ilegalmente en Malta a bordo de un barco lleno de emigrantes en febrero de 2009 y en mayo su solicitud de asilo fue rechazada. Escapó del centro y llegó a los Países Bajos, donde la detuvieron y la devolvieron a Malta. Embarazada de seis meses, sufrió un aborto en el hospital en marzo de 2011. Estuvo encarcelada de forma ilegal, según consta en la sentencia, durante más de un año y medio. Durante ese tiempo ni fue deportada, ni se renovó su detención y desde entonces vive en Hal Far (Malta).
El tribunal también considera que Musa Suso, un ciudadano que asegura ser de Sierra Leona, entró en Malta ilegalmente en un barco en abril de 2011. Fue detenido, de forma arbitraria -según señala la sentencia- y permaneció en prisión hasta marzo de 2013. El tribunal de Estrasburgo considera que las autoridades han excedido el tiempo de su detención.
A principios de julio, el primer ministro maltés, Joseph Muscat, pidió ayuda a sus socios europeos para hacer frente a la afluencia de inmigrantes, tras la llegada de 400 personas sin papeles en la primera semana del mes. Verano es la época del año en que llegan más emigrantes a las costas de los países del sur de Europa, procedentes de África, la mayoría llegan a España, Malta, a la isla italiana de Lampedusa (situada a menos de 100 kilómetros de la costa africana), con la esperanza de obtener acceso a otros países europeos.
Según ACNUR, unos 8.400 emigrantes y solicitantes de asilo han llegado a Italia y Malta en los primeros 6 meses del año. Unos 7.800 a Italia y 600 a Malta. Hay unas 40 muertes documentadas de inmigrantes que trataban de cruzar el mediterráneo desde el norte de África, un número inferior a las víctimas en 2012, cuando murieron unas 500 personas, en parte debido a la coordinación de rescates por partes de las autoridades de ambos países.