El CPT hizo dos visita a España en 2011 para investigar las denuncias que había recibido de graves daños físicos causados por miembros de la Guardia Civil a detenidos en situación de incomunicación, diez personas describieron estos malos tratos de manera «creíble» y «coherente».
Denunciaron que habían sido golpeados regularmente en la cabeza y el cuerpo durante los interrogatorios, y que les habían colocado bolsas de plástico en la cabeza.
Los integrantes de la delegación que investigó las denuncias relatan en su informe que ninguna sala de interrogatorios o celda, en Madrid, cuenta con cámaras de vídeo para grabar lo que allí sucede.
También hacen un llamamiento a las autoridades españolas para que terminen con la práctica de inmovilizar a los detenidos sobre el vientre en una cama, durante varias horas. Así mismo piden que se termine con el sistema de inmovilizar a los menores en los centros educativos.
El informe se refiere a la masificación de las cárceles, en especial de la Modelo de Barcelona, donde el estado de deterioro del establecimiento se agrava especialmente por el gran número de presos. Durante la última visita el número de internos era de 1.781, cuando su capacidad oficial es de 1.100.
A la delegación del Consejo de Europa no le pareció que existiera ninguna intención de solucionar esos problemas, por lo que hizo otra visita en junio de 2012 y volvió a repetir las recomendaciones.
Al parecer se contaba con solucionar este problema con las nuevas prisiones que se han construido, aunque la crisis ha retrasado su inauguración.
El CPT recomienda que los Mossos d'Esquadra lleven su identificación visible cunado participen en operaciones de mantenimiento del orden y critica el régimen que se practica en los centros administrativos de retención de extranjeros (CIE) en Madrid y Barcelona muy parecido al de los centros penitenciarios. Hay implantado un sistema de restricciones y se permite un escaso contacto con el mundo exterior.
El CPT lleva más de una década dirigiendo sus denuncias a las autoridades españolas que sistemáticamente las desestima.