La portavoz comunitaria de Transportes, Helen Kearns ha dicho «Hemos visto con el caso de Spanair en una situación similar, que la empresa ha asumido su responsabilidad y conseguido que los pasajeros tuvieran protección, por un lado con el reembolso del billete si era necesario o con la reprogramación efectiva de su viaje», en referencia a la compañía aérea húngara Malév que ha anunciado a las seis de la mañana de este viernes que dejaba de funcionar ya que su situación económica se había convertido en «insostenible».
En un comunicado la aerolínea dice que «debido a las informaciones de los últimos días los socios han perdido su confianza» y exigen el pago con antelación. Malév deja en tierra a unos 7.200 pasajeros, 3.500 en Hungría y 3.700 fuera del país.
La empresa fue fundada en 1946 y en este momento propiedad del Estado. En 1992 fue privatizada parcialmente cuando pasaron a mano de Alitalia el 35 por ciento de las acciones, siete años más tarde volvió al Estado que la vendió de nuevo en 2007 al grupo ruso Air Bridge, para volver a nacionalizarla más tarde. Tiene 2.600 empleados y una deuda de 60.000 millones de florines, unos 200 millones de euros.
El pasado 9 de enero, la Comisión Europea declaró ilegales las ayudas que el Gobierno de Hungría había concedido a la aerolínea entre la privatización y la renacionalización. Ayudas en forma de préstamos, inyecciones de capital y prórrogas fiscales que debe devolver por ir contra la libre competencia. El Estado, propietario de la compañía, ha anunciado que no puede «asegurar más fuentes de financiación».