«Las inundaciones han desplazado a un gran número de personas y presenta desafíos enormes y complejos para los gobiernos y las organizaciones humanitarias a corto, medio y largo plazo», ha dicho el Relator Especial de la ONU sobre los derechos humanos de los desplazados internos Chaloka Beyani.
«La evacuación de las poblaciones afectadas debe llevarse a cabo cuando sea necesario para salvar vidas, y una respuesta humanitaria eficaz es esencial para hacer frente a las necesidades de los desplazados internos y otros afectados. Ayudar a la gente a volver y reconstruir casas devastadas - cuando las circunstancias lo permitan - será sólo un desafío entre muchos para reconstruir vidas y medios de vida y debe ser parte de un plan de recuperación más amplia «, dijo.
Se estima que 638.000 personas se han visto afectadas en 15 distritos de Malawi desde principios de enero, con 79 muertos y cientos de heridos y desaparecidos. Al menos 174.000 personas han sido desplazadas internamente en los tres distritos más afectados, el número total será probablemente mucho mayor. En Madagascar y Mozambique, más de 240.000 personas se han visto afectadas por las inundaciones. Las tormentas e inundaciones han arruinado vastas extensiones de cultivos.
Un Plan de Respuesta preliminar de la situación de emergencia desarrollado por el Gobierno en colaboración con las agencias de ayuda, estima que son necesarios con urgencia 81 millones de dólares para proveer de refugio básico, alimentación, salud, agua y saneamiento y otras necesidades urgentes. Sólo alrededor de una cuarta parte de esta cantidad se ha recibido hasta la fecha.
«El impacto de las inundaciones en la seguridad alimentaria plantea problemas inmediatos, así como la escasez de alimentos para los próximos meses, ya que los cultivos han sido arrasados y el ganado se ha perdido», ha dicho Hilal Elver, Relator Especial sobre el derecho a la alimentación. «Las comunidades rurales pobres han perdido todo y requieren asistencia temprana para evitar el hambre y la desnutrición».
Según Léo Heller, Relator Especial sobre el derecho humano al agua y el saneamiento «El agua potable, el saneamiento y la higiene deben ser provistos con urgencia para la supervivencia de las personas afectadas, dando prioridad a los grupos más vulnerables, además de prevenir enfermedades relacionadas con el agua, como el cólera y la malaria», Se calcula que son necesarios unos 3,4 millones de dólares para responder a las necesidades sanitarias urgentes y para prevenir y controlar los brotes de la enfermedad.