El comienzo de la crisis económica en 2008 interrumpió la positiva evolución de las pequeñas y medianas empresas europeas, hasta entonces, motor del empleo en la UE. Supieron sortear el comienzo de las dificultades pero ahora es cuando más la están sufriendo y las perspectivas son aún peores.
Este es análisis que ha hecho la Comisión europea en su informe anual sobre las pymes. La conclusión es que los Estados deben apoyar más a estas empresas que son y deben seguir siendo la espina dorsal de la economía europea. Hay 20,7 millones de pymes en la UE que emplean a casi 90 millones de personas.
«Teniendo en cuenta las dificultades que se prevén, es esencial una respuesta política eficaz para ayudar a las pymes y los Estados miembros deben reforzar las medidas para dar el impulso que necesitan estas empresas», ha dicho Antonio Tajani, comisario de Industria.
Entre 2002 y 2008 las pymes se comportaron mejor que las grandes empresas y crearon 9,4 millones de puestos de trabajo, un 1,9% más cada año, frente al 0,8% del resto. La Comisión cree que lo peor para las pymes está por llegar a partir de 2010 cuando las ayudas estatales se vayan retirando progresivamente. De hecho en los dos últimos años ya se han destruido 3,2 millones de puestos de trabajo en las pymes y su producción cayó un 5,5%.
Bruselas cree que el apoyo a las pymes está bien diseñado desde que se acordó el Small Business Act, que recoge diez principios que los 27 deben tener en cuenta para el buen funcionamiento del sector. Sólo 9 Estados los han aplicado en su totalidad.
El presidente de la Confederación española de Jóvenes Empresarios, David Alva, en declaraciones a euroXpress, sostiene que las pymes «no buscan apoyo económico, pero si una armonización de las legislaciones europeas para que exista de verdad un mercado único que les permita funcionar en igualdad de condiciones en toda Europa». euroXpress