El Parlamento europeo ha concedido su Premio Sájarov a la joven paquistaní Malala Yousafzai, víctima de un intento de asesinato por defender el derecho de educación de las niñas.
Malala tenía apenas 11 años cuando un pistolero talibán le disparó a la cabeza. No fue un accidente, no había fuego cruzado, la apuntaban a ella, «debía morir» porque defendía en su blog la educación para las niñas paquistaníes del valle del Swat en contra de los rigores del Islam. 11 años y ya sabía que tenía que escribir con pseudónimo para desvelar que el 70% de sus compañeras de clase habían dejado de ir al colegio. Pseudónimo para defender la educación universal, pseudónimo para proteger su libertad y denunciar las continuas amenazas de muerte de los talibán.
Uno de sus post es suficiente:
«Sábado 3 de enero: Tengo miedo. Tuve un sueño terrible ayer, con helicópteros militares y talibanes. He tenido esos sueños desde que empezó la operación militar en Swat. Mi madre me hizo el desayuno y me fui a la escuela. Tenía miedo porque los talibán había emitido un edicto que prohíbe a todas las niñas asistir la escuela.
De los 27 que somos, sólo 11 estudiantes han ido a clase. El número se ha reducido por el edicto. Mis tres amigos se han trasladado a Peshawar, Lahore y Rawalpindi con sus familias después del edicto.
En mi camino de la escuela a casa, escuché a un hombre decir «te voy a matar». Apresuré el paso y después de un tiempo volví a mirar si el hombre seguía viniendo detrás de mí. Para mi alivio, estaba hablando por el móvil y debe haber estado amenazando a otra persona».
El disparo en la cabeza, asesinato fallido, provocó que se levantara con más fuerza, ya sin pseudónimo, y Malala Yousafzai se convirtió en la principal activista por los derechos de la mujer y en una de las 100 personas más influyentes del mundo, según la revista Time. Hoy, la Eurocámara reconoce su labor y le otorga el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia.
«Es una niña que ha demostrado tener más coraje que muchos adultos. Malala tiene el coraje de levantar la voz por los derechos de las niñas y además anima al resto a que sigan su ejemplo pese a vivir en mundo dominado por los hombres», ha dicho el presidente del Parlamento Europeo.
Malala partía como favorita en las nominaciones de este año y su nombre venía apoyado por los tres grupos mayoritarios en la Eurocámara: el Partido Popular Europeo, la Alianza entre Socialistas y Demócratas y la Alianza entre Liberales y Demócratas. La joven se ha impuesto a finalistas como Edward Snowden, el ex analista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) que ha denunciado el espionaje masivo de los servicios de inteligencia estadounidenses, y como los disidentes bielorrusos Ales Bialatski, Eduard Lobau y Mykola Statkevich, detenidos en las protestas pacíficas de 2010 contra la reelección de Alexander Lukashenko.
La Eurocámara concede el Premio Sájarov, dotado con 50.000 euros, desde 1988 a personas u organizaciones que se hayan distinguido por su lucha contra la injusticia y la opresión en el mundo. Su nombre rinde homenaje al primer galardonado con el premio, el físico y político disidente soviético Andrei Sájarov.
El premio recaló el año pasado en los disidentes iraníes Nasrin Sotoudeh y Jafar Panahi en reconocimiento por su lucha a favor de la democracia y los Derechos Humanos en su país.
Malala recibirá su premio en una ceremonia en el pleno de la Eurocámara el próximo 20 de noviembre en Estrasburgo.