Madrid, hasta el 2 de septiembre de 2013
«Dalí. Todas las sugestiones poéticas y todas las posibilidades plásticas», en el Museo Reina Sofía
Desde este sábado 27 de abril y hasta el 2 de septiembre, los visitantes del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) podrán indagar en la extensa obra de Salvador Dalí (1904-1989), reflejo de su «imaginación desbordante y de su genio», en palabras de Montse Aguer, comisaria de la exposición de Madrid.
Con más de 200 obras, una treintena de ellas nunca vistas en España, la retrospectiva sobre Dalí llega procedente del Centro Pompidu de París, aunque con un montaje radicalmente diferente que la convierten en una exposición «totalmente distinta».
Con obras de los tres principales depositarios de su obra , la Fundació Gala-Salvador Dalí de Figueres, su ciudad natal, el Salvador Dalí Museum de St. Petersburg de Florida y el propio Reina Sofía, por orden de importancia en volumen de obra, y préstamos de museos de primer orden como el MoMA de Nueva York o la Tate Modern de Londres, la exposición se convierte en algo «casi irrepetible», en palabras Manuel Borja-Villel, director del MNCARS.
La selección de más de doscientas obras (pinturas, esculturas, dibujos...) se presentan organizadas en once secciones y siguiendo un cierto orden cronológico, con el que se propone repensar el lugar que ocupa Salvador Dalí en la historia del arte del siglo XX, planteando que la importancia de su figura y de su legado va más allá de su papel de artífice del movimiento surrealista. La muestra -cuyo subtítulo está extraído de su artículo «San Sebastián» (1927), que representó su primer manifiesto artístico- da cuenta de cómo este artista controvertido y singular, prolífico e imaginativo, fue capaz de generar un arte perturbador que apela directamente a los espectadores. Un arte que, haciéndose eco de los descubrimientos científicos de su época, explora y expande los límites de la conciencia y de la experiencia sensorial y cognitiva.
Todas las sugestiones poéticas y todas las posibilidades plásticas nos presenta a Dalí como un artista omnívoro y visionario que se utilizó a sí mismo como objeto de estudio y cuyas acciones en la esfera pública, ya fueran calculadas o improvisadas, le sitúan como una figura de referencia en el ámbito de la representación contemporánea. El núcleo de la exposición lo constituye su periodo surrealista y en él se presta especial atención a su método paranoico-crítico, que el artista catalán concibió como un mecanismo de transformación y subversión de la realidad, posibilitando que la interpretación final de una obra dependiera totalmente de la voluntad del espectador. Fue en sus trabajos en torno al cuadro El Ángelus (1857-59) de Jean-François Millet -que llegó a describir como la «obra pictórica más rica en pensamientos inconscientes que jamás ha existido»- donde este método alcanza su máxima expresión.
La muestra, que comienza con una selección de las obras que Dalí realizó en los inicios de su carrera y durante su estancia en la Residencia de Estudiantes de Madrid (incluyendo algunos de sus primeros autorretratos o los dibujos de su serie Putrefactos), también se detiene en su etapa mística y nuclear (en la que prevalece la temática religiosa y científica), así como en sus trabajos de carácter escenográfico (sus colaboraciones con cineastas como Buñuel, Hitchcock o Walt Disney, sus diseños de decorados para ballets y obras de teatro...). A su vez, examina críticamente su faceta de agitador de masas y showman mediático, le dedica un apartado específico a su libro autobiográfico La vida secreta de Salvador Dalí (eficaz simbiosis entre el Dalí dibujante y el Dalí literato) o muestra cómo a partir de los años sesenta y hasta el final de su carrera, su fascinación por la ciencia y la tecnología le llevó a explorar nuevos lenguajes como la estereoscopia o la holografía.