La mayoría de los ministros de Asuntos Exteriores de los veintisiete reunidos en Bruselas han mostrado su acuerdo contra el régimen del coronel Gadafi. El ministro alemán, Guido Westerwelle, ha dejado claro que su Gobierno respeta «totalmente» la decisión de «otros países» de intervenir.
Westerwelle ha insistido en que la postura de su país no significa que apoye al régimen de Gadafi. «Que no participemos no significa que seamos neutrales ni que apoyemos a Gadafi», ha dicho.
Por su parte la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad de la UE, Catherine Ashton, ha subrayado la necesidad de «cumplir» la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU y se ha mostrado partidaria de que la OTAN desempeñe un papel en el conflicto. «Apoyamos mucho que la OTAN desempeñe un papel». Ha explicado que la intervención de la organización debe ser no solo para garantizar que se cumple la zona de exclusión aérea sino también en la aplicación del embargo de armas y en la asistencia humanitaria que «la OTAN está planificando desde hace tiempo», ha dicho.
Alemania, Turquía y Francia mantienen alguna reticencia a que la OTAN intervenga en un país musulmán. Para el ministro italiano de Exteriores, Franco Frattini, es el momento de pasar de una coalición a una «coordinación en la OTAN», que en su opinión, tiene «la capacidad y la experiencia para dirigir» la intervención militar en Libia. Ha insistido en que toda la UE debe compartir la carga de los posibles refugiados e inmigrantes.
El titular sueco de Exteriores, Carl Bildt, ha recalcado que el objetivo no son las «acciones militares» y que es importante«encontrar una manera a través del diálogo pacífico». Ha insistido en que hay que buscar una solución. Por su parte la ministra de Asuntos Exteriores española, Trinidad Jiménez ha confiado en «poder contar y seguir contando con el apoyo de la Liga Árabe».
Desde El Cairo, el secretario general de la Liga Árabe, Amr Musa, acompañado por el Secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha reiterado que respeta la resolución de la ONU y ha explicado que la posición de la Liga Árabe sobre Libia ha sido clara desde el primer momento cuando excluyeron a ese país de la organización, y ha añadido «Luego pedimos a la ONU que aplicara una zona de restricción aérea y no hay ningún conflicto con eso». También ha expresado su preocupación por posibles víctimas civiles «eso es lo que nos preocupa» ha afirmado.