El primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, ha calificado de histórica la reforma constitucional aprobada este domingo en referéndum por el 58 % de los turcos. La consulta se ha celebrado cuando se cumplen 30 años del golpe que llevó a los militares al poder y redactaron la Constitución ahora reformada.
El referéndum ha provocado una fuerte división en la sociedad turca, más allá de las propuestas del gobierno, que someten al Ejército a los tribunales civiles y reforma el sistema judicial turco. Los partidos laicos, defensores del no, acusaban al partido del gobierno de intentar consolidarse en el poder con esta reforma, cuando sólo queda un año para las próximas elecciones. Y de hecho, la victoria del sí, es un triunfo de Erdogan y el islamismo moderado con su llamada a la democratización y a responder a las exigencias de la UE.
El partido kurdo había pedido el boicoteo del plebiscito y sus seguidores han cumplido, pero sin consecuencias en el resultado que, sin duda, es recibido con satisfacción en Bruselas.
El comisario europeo de Ampliación, Stefan Füle, ha dicho que «el resultado constituye un paso en la buena dirección, en los esfuerzos de Turquía para cumplir los criterios necesarios para la adhesión... Su impacto dependerá de la puesta en práctica.»
Según Füle, a estas reformas aprobadas hoy deberán seguir otras en el campo de los derechos fundamentales, como la libertad de expresión y la libertad de religión. euroXpress