En los test de seguridad nuclear participan los 14 Estados miembros que explotan centrales nucleares, (Alemania, Bélgica, Bulgaria, Chequia, Eslovaquia, Eslovenia, España, Finlandia, Francia, Hungría, los Países Bajos, Rumanía, el Reino Unido y Suecia), además de Lituania, que está desmantelando la última central que le queda. Vecinos de la UE como Suiza y Ucrania también participan.
Las pruebas están cumpliendo el calendario que se marcó. Antes del 15 de agosto las centrales entregaron a las autoridades nacionales un primer informe y estas a su vez elaboraron los suyos propios que remitieron a la Comisión Europea antes del 15 de septiembre.
Ahora, la Comisión Europea hace pública su evaluación de dichos informes. La consecuencia más importante es que la seguridad nuclear es «indivisible» por lo que, aunque el examen a las instalaciones es voluntario las centrales se deberían ajustar a unas normas de seguridad y protección comunes más rigurosas.
La legislación sobre el emplazamiento, el diseño, la construcción y la explotación de las centrales debería seguir criterios comunes.
Las autoridades reguladoras nacionales que son las encargadas de conceder licencias y efectuar controles sobre el terreno, deberían de ser más independientes. Los Estados miembros deberían poder formular planes transfronterizos de gestión de riesgos nucleares. Las posibles víctimas deben recibir las mismas indemnizaciones independientemente del país en el que residan. Los programas de investigación de la UE deberían centrarse en la seguridad nuclear.
Los informes finales tienen marcado un plazo para su presentación hasta el 31 de octubre de 2011 y las autoridades nacionales, para el 31 de diciembre de 2011. La Comisión Europea presentará los resultados definitivos al Consejo Europeo de junio de 2012.
Los informes nacionales se pueden ver aquí
Por otra parte, la CE aportará una ayuda suplementaria de 500 millones de euros a Bulgaria, Lituania y Eslovaquia para el desmantelamiento de sus centrales nucleares.
Una de las condiciones de adhesión a la UE, de Bulgaria, Lituania y Eslovaquia era que cerraran inmediatamente y que desmantelaran los reactores de sus centrales, una por cada país, que estaban obsoletas.
La ayuda financiera total de la UE a favor de los tres Estados hasta finales de 2013 prevé más de dos mil millones de euros ( 1,367 millones para Lituania, 613 mil millones para Eslovaquia y 867,8 mil millones para Bulgaria).