Ayrault, no quiere que la sangre llegue al río y ha publicado este sábado en su cuenta de tuitter, en francés y en alemán, que la amistad entre Francia y Alemania es «indispensable» para impulsar el proyecto europeo y encontrar el camino del crecimiento.
Pero los socialistas franceses están cansados de una amistad que dicen no es entre Francia y Alemania sino entre «Francia y la política europea de la canciller Merkel». En el documento de 21 páginas, que se presentará en una reunión del Partido Socialista francés en junio, se dice que las actuales políticas europeas son como una extraña mezcla de 'tatcherismo' y la «intransigencia egoista» de Angela Merkel, e insta al presidente francés, François Hollande, a que comience a expresarse claramente contra esa política.
Habla de la «canciller de la austeridad» que «solo piensa en los ahorros de los votantes del Rín, en la balanza comercial de Berlín y en su futuro electoral», aludiendo a las elecciones previstas para finales de septiembre.
Desde el Elíseo han dicho que el documento representa la opinión del partido pero no han cuestionado el mensaje. Por su parte el primer ministro Ayrault, lanza mensajes en tuitter para enfriar los ánimos, y recuerda que «los problemas de Europa no se van a resolver sin un diálogo intenso y sincero entre Francia y Alemania».
Desde la oposición también tensan la cuerda lo que pueden. La derecha ha dicho, después de que se conociera la cifra récord de paro en Francia que están convirtiendo a Alemania «en el chivo expiatorio del fracaso de François Hollande».
Por su parte, el exprimer ministro Alain Juppé, ha declarado al periódico Le Monde que «Francia está totalmente aislada y el presidente de la República se encuentra en una situación muy delicada» para mantener un diálogo «enérgico» con Alemania.
El presidente Hollande, que se mantiene algo distante, había definido esta semana la relación con Angela Merkel como «una tensión amistosa», a lo que le respondió el presidente de la Asamblea Nacional, el socialista Claude Bartolone, que para él «es simplemente tensión, y si es necesario, confrontación».
El Gobierno alemán no ha hecho comentarios, pero un responsable del partido de Merkel, Elmar Brok ha dicho que lo que le pasa a Francia es que «carece de fuerza para llevar a cabo las reformas estructurales que necesita».
Algunos analistas creen que ahora que está claro que no ha surtido efecto el análisis que hizo Alemania de que con un corto tratamiento de austeridad España e Italia remontarían, es el momento de que Francia se rebele. Aunque Angela Merkel no lo reconocería nunca, sobre todo en plena campaña electoral.