Se cumplen diez años de la llegada del euro a la vida de los europeos y la OCU, la organización que vela por los intereses y los derechos de los consumidores y usuarios, ha publicado un exhaustivo informe de cómo ha sido este tiempo para los españoles. Realiza una comparación entre los precios de ayer y hoy y analiza como ha sido la subida de éstos, ¿subieron también los salarios? ¿tareas tan sencillas como comprar el pan o ir al cine, por ejemplo, presentan grandes diferencias en relación a hace una década?
El informe afirma que las primeras turbulencias llegaron entre septiembre de 2001 y enero de 2002 con unas subidas significativas con el cambio de moneda. Los billetes de bus y metro subieron en tan solo 4 meses hasta un 6%, las consumiciones de cervezas y cafés en los bares de España aumentaron un 7% y el cine un 9%. El pan, uno de nuestros productos más consumidos, protagonizó una de las grandes subidas, un 24% y el servicio de Correos aumentó en solo 4 meses un 51%. Hoy en día, mandar una carta nos sale un 107% más caro que hace diez años.
Pero la cosa no se detuvo ahí. Los periódicos subieron un 7% (ahora cuestan casi un 30% más caros que entonces), el precio de un coche o el uso de un parking un 8% y la peluquería un 12% más. Hoy, cortarse las puntas te sale hasta un 36% más caro que en 2002. Aunque lo que más preocupa a los españoles es la cesta de la compra y ahí es donde más lo notan.
La OCU ya realizó un estudio en abril de 2001 donde especificaba que llenar la cesta de la compra le costaba a una familia 4.600 euros al año (poco más de 765.000 pesetas). En Mayo de 2011, llenar la misma cesta era un 48% más caro: 6.800 euros al año. Y no es de extrañar. Con el euro, productos como el aceite de oliva o la carne de vaca cuesta un 33% más. La leche y el arroz han pasado de costar 0.60 euros el litro y 1 euro el kilo respectivamente a 0.89 y 1,45, es decir casi un 50% más. Las subidas más llamativas se dan en dos productos muy consumidos: los huevos y las patatas que cuestan un 114% más. En 2001 pagábamos por un euro siete céntimos, ahora quince, antes un kilo de patatas costaba 0.32 céntimos y ahora ronda los setenta.
Vivir en una gran ciudad es un 70% más caro que hace diez años
Protagonista indiscutible de la burbuja inmobiliaria y de su posterior pinchazo, la vivienda es de esas cosas que da más miedo a los españoles cuando se comparan los precios de antaño y los que se mueven en la actualidad. Según la web inmobiliaria Idealista, el metro cuadrado de un piso de segundo mano era de 328.923 pesetas de media en Madrid (1.973 euros) y 351.312 en Barcelona (2.111 euros). En octubre de 2011, costaba 3.507 euros en Madrid y 3.588 en Barcelona. Solo en 10 años, subidas del 78% en Madrid y del 70% en Barcelona. Y lasnuevas viviendas no se quedan cortas. Según la Sociedad de Tasación, en diciembre de 2000 el metro cuadrado costaba de media en España 1.453 euros. Once años de ladrillo desbocado nos llevan a los 2.419 euros de junio de 2011, es decir un 66% más.
Viajar en España también se ha notado y es otro de los culpables por lo que los españoles ahorramos mucho menos que en los 90. Según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), el tren es un 45% más caro en 2011 que en 2002. El autobús lo es un 48%, el transporte urbano un 58% y, atención, los carburantes han subido un espectacular 82%.
Pese a todas estas cifras hay algo que no ha subido debido, entre otros, a su popularidad y rápida extensión entre la población: la nueva tecnología. Comprar una videocámara o una grabadora de DVD es un 6% más barata y un electrodoméstico un 4%. Las cámaras de fotos han bajado un gran 72% y los televisores, cadenas de música y lectores DVD un 62% menos que en tiempos de la peseta.
¿Han subido tanto los salarios? NO
Los precios son algo relativo que no puede interpretarse sin saber de cuánto dinero dispone un consumidor para gastar. Prácticamente todo es más caro, pero ¿qué ha pasado con los salarios? ¿Han subido en consecuencia? La Encuesta de Estructura Salarial del INE despeja cualquier duda. En 2002, el salario medio en España era de 19.802 euros brutos al año. En 2009 (última encuesta publicada), se situaba en 22.511 euros. El incremento en los salarios no llega al 14%.
A la hora de revisar los sueldos, en muchas empresas se toma como referencia el Indíce de Precios del Consumo (IPC), que refleja la inflación y el coste de la vida. Lo elabora el INE mediante una encuesta que determina lo que cuesta una hipotética cesta de la compra en la que se incluye alimentación, ropa, comunicaciones, transporte, ocio y otros gastos cotidianos. En su cálculo no se tiene en cuenta la compraventa de viviendas (aunque sí los alquileres).
La pregunta incómoda es si el IPC consigue reflejar la realidad que hemos descrito. Entre 2002 y 2011, su variación acumulada no superó el 32%. Solo la tecnología, la prensa, los coches y la carne de cerdo subieron sus precios por debajo de esta cifra.
El IPC no refleja la subida generalizada de precios desde la llegada del euro. Los españoles echan a sus bolsillos salarios que se han quedado desfasados respecto a estas subidas, pero también respecto al propio IPC. A falta de datos para 2011, si el salario medio hubiese crecido lo mismo que el IPC, en 2009 debería haber sido 3.600 euros brutos anuales más alto.
Ver el vídeo «Diez años con el euro»