Otros productos que no podrán comprar los adinerados sirios son joyas, relojes de lujo y vehículos que tengan un precio superior a los 25.000 euros. Además, se amplían las restricciones a la venta de material que pueda ser usado para la represión gubernamental.
Las nuevas medidas restrictivas se adoptaron en respuesta al tren de vida de la familia del presidente sirio, después de que se publicaran una serie de correos electrónicos que desvelaban cómo el clan Al Asad seguía gastando miles de euros en exclusivos artículos a pesar del conflicto en el país.
Esas comunicaciones, publicadas por el diario británico «The Guardian», mostraban compras de la esposa del presidente, Asma, realizadas por internet en París. Los correos desvelaron también que el propio presidente usaba una dirección estadounidense para saltarse las sanciones de Washington y conectarse a páginas de entretenimiento en su tableta electrónica y descargar música.
La Ata representante de Asuntos Exteriores de la UE, Catherine Ashton, ha dicho que «en la actual situación, la UE debe mantener la presión sobre el régimen sirio. Las sanciones europeas apuntan a los responsables de la horrible represión y violencia contra la población civil».
Otras medidas que toma la UE es la de impedir visados a 128 personas a las que se considera responsables de la violenta represión que vive el país desde marzo del año pasado y donde habrían muerto unas 10.000 personas, según Naciones Unidas.
La UE quiere seguir estrangulando las vías de financiación del régimen imponiendo un embargo de las importaciones de crudo y nuevas sanciones económicas. También ha congelado activos del Banco Central sirio, prohibe el comercio de oro y metales preciosos con el régimen y veta los vuelos de carga procedentes de Siria u operados por aerolíneas de ese país, por lo que no pueden aterrizar en territorio de la UE.
La situación de Siria será analizada los próximos días, en Naciones Unidas y el G20. Este fin de semana el jefe de la misión de observación de la ONU, el general noruego Robert Mood, ha suspendido las actividades de los cascos azules acusando a las dos partes de no respetar el alto el fuego y que durante los últimos días los 300 observadores desplegados en el país han sufrido ataques y no han podido trabajar con normalidad.