Ante la posibilidad de que el resultado electoral desemboque en una situación de difícil gestión España y el resto de países de la UE están preocupados, «Lo que se ha dado, es un salto a ninguna parte que no augura buenas consecuencias ni para Italia ni para Europa» ha dicho el jefe de la diplomacia española, Juan Manuel García Margallo.
Por su parte el ministro de Economía, Luis de Guindos ha dicho que espera «que haya un gobierno estable. Lo bueno para Italia es bueno para España». El ministro confía en que la voluntad política prevalezca en Italia «para llevar a cabo las políticas que se necesitan para sacar a Europa de la crisis».