Europa, el mayor de los siete socios del ITER, que constituye la mayor colaboración científica internacional en el campo de la energía y que cuenta con el 80% del PIB y el 50% de la población mundial, ha marcado un hito simbólico con la llegada de su primer equipo a la sede del proyecto en Cadarache, en el sur de Francia.
Fusion for Energy (F4E), la organización de la Unión Europea que gestiona la contribución de Europa al ITER, y ENSA, una empresa española responsable del diseño y fabricación de los seis depósitos que formarán parte del sistema del ciclo de combustible del reactor de fusión, han hecho historia en el momento en que el equipo cruzó las puertas de la sede de ITER.
La contribución europea al ITER es del 50%. En otras palabras, la industria, las Pymes y laboratorios europeos tendrán la oportunidad de desarrollar y fabricar casi la mitad de los componentes necesarios por medio de los contratos ofrecidos por F4E. En la actualidad, Europa ha firmado más de 400 contratos que alcanzan un valor acumulado de 3.000 millones de Euros, con la participación de más de 250 empresas y 50 laboratorios.
El contrato ofrecido a ENSA se basa en la competencia técnica de Empresarios Agrupados, con GEA como contratista. El diseño y fabricación de los seis depósitos, cuyo coste es del orden de 2 millones de Euros, han durado unos 20 meses. Pietro Barabaschi, Director en funciones de F4E, señala que «la llegada de este equipo marca el comienzo de la instalación de una larga lista de equipos que nosotros los europeos nos hemos comprometido a fabricar y entregar al ITER, el mayor proyecto de energía de fusión existente». Rafael Triviño, Director General de Ensa , ha explicado que «ITER es un impresionante proyecto tecnológico y ha sido un gran honor para nosotros ser la primera compañía europea de entregar los primeros componentes».
El alcance del contrato
Los seis grandes depósitos forman parte del sistema de detritización del agua del ITER. Cuando empiece a funcionar el ITER, la finalidad de estos depósitos será recoger el agua con tritio para recuperarlo y utilizarlo posteriormente en las futuras reacciones de fusión. Cuatro depósitos, de un peso aproximado de 5 toneladas y unos 20 m3 de tamaño, formarán parte de este sistema. Otros dos depósitos mayores, de un peso aproximado de 20 toneladas y de 100 m3 de tamaño cada uno, se utilizarán para la fase de recuperación de tritio en circunstancias excepcionales. En un principio, los seis depósitos se conservarán en una zona de seguridad, y una vez esté preparada la planta de tritio, se instalarán en el edificio. ENSA ha tenido que cumplir una serie de estrictos requisitos de seguridad y calidad aplicables a los componentes del ITER.
La función del sistema de detitrización
Para que tenga lugar la fusión, es necesario el choque entre dos isótopos de hidrógeno-deuterio y tritio a temperatura extremadamente elevada que llega hasta los 150 millones de grados C. De acuerdo con la secuencia de acciones del ciclo de combustible del ITER, los dos isótopos de hidrógeno se suministran a la máquina por medio de la planta de tritio y viajarán por los conductos del sistema hasta llegar al núcleo de la máquina y fusionarse, produciendo energía. Lo que queda del combustible de la reacción de fusión, junto con los demás gases producidos, será bombeado de vuelta a la planta de tritio para recuperarlo y utilizarlo de nuevo en una nueva serie de reacciones de fusión.