El ejército de Bashar el Assad se ha empleado a fondo este miércoles. Según algunos activistas al menos 74 personas han muerto en diferentes ataques desde helicópteros. Según cálculos de la ONU unas 5.400 personas han muerto en Siria a causa de la represión.
Marie Colvin, era una leyenda del periodismo británico, tenía 55 años. Aunque había nacido en Nueva York trabajaba en el Sunday Times desde 1986, había cubierto los conflictos de Sierra Leona, Timor Oriental, Kosovo, Zimbabue, Chechenia y últimamente la primavera árabe. En 2001 mientras informaba de la guerra de Sri Lanka perdió el ojo izquierdo al ser alcanzada por una granada, desde entonces llevaba un parche.
Su última información la daba el martes en una conexión telefónica con la cadena pública BBC, dijo que era «repugnante» lo que está sucediendo en la ciudad siria de Homs. Explicó que nadie en el lugar podía entender como la comunidad internacional permanece impasible ante las matanzas y contó como acababa de ver morir a un niño de 2 años que había resultado herido. Había estado casada tres veces, no tenía hijos.
El otro periodista que ha resultado muerto es el fotógrafo francés Rémi Ochlik, de 28 años que trabajaba para Paris Match. Se encontraba junto a Colvin en un edificio que utilizaban como centro de prensa que fue alcanzado por los bombardeos.
Activistas sirios han informado que otros cuatro reporteros han resultado heridos, son la periodista francesa de Le Figaro Edith Bouvier, que se encuentra en estado grave, el fotógrafo británico Paul Conroy, el francés William Daniel y un reportero gráfico sirio del que no se ha facilitado el nombre.
El Comité para la protección de los Periodistas, ha dicho en un comunicado que han dado sus vidas «por informar de una historia de gran importancia que el gobierno sirio trata de ocultar al resto del mundo».