Son sólo algunas de las conclusiones de la jornada «Crisis económica, menores y justicia», organizada por la ONG Save The Children y la Fundación Abogacía Española, que coinciden con el último informe publicado por Unicef en asegurar que los niños rumanos son los más pobres de la UE y las mayores víctimas de la crisis.
El baile de cifras dramáticas podría comenzar con los datos de la oficina de Estadísticas de la UE (Eurostat) que señalan que en 2011, el 49% de los niños rumanos se encontraba ya en riesgo de pobreza y exclusión social, frente al 27% de la media comunitaria.
Además, Rumanía -el segundo país más pobre de la UE- tiene las tasas más altas de mortalidad infantil, con 11 fallecidos menores de cinco años por cada 1.000 nacimientos. «El poco peso del niño debido a la malnutrición de la madre, la extrema pobreza, la falta de ingresos, la mala higiene y la lejanía a un centro médico son las principales causas de mortalidad infantil», explica Mihaela Manole, Coordinadora de Proyectos de Save The Children. Según la ONG, el 40% de estas muertes podrían evitarse mejorando sus niveles de vida.
Numerosas organizaciones rumanas e internacionales señalan que los recortes presupuestarios adoptados para amortiguar la crisis (recortes salariales, aumento de impuestos,...) están golpeando con dureza a la educación en Rumanía y a las familias más modestas.
En el último año, según Save The Children y la Fundación Abogacía Española, cerca de 40.000 niños han abandonado el curso escolar para trabajar o mendigar. «Las peticiones de asistencia social por parte de las familias aumentaron después de que se implantaran las draconianas políticas de austeridad», ha explicado la ONG.
La crisis ha obligado a numerosos padres de familia a abandonar su país para buscar trabajo fuera, lo que deja más indefensos, si cabe, a sus hijos. La Dirección para la Protección del Niño en Rumanía en su último registro contabiliza unos 80.000 menores con su progenitor fuera del país, de los cuales 30.000 tienen a ambos, padre y madre, en el extranjero.
Alarmante aumento de la pobreza infantil en España
Como «altamente alarmantes» ha calificado Yolanda Román -responsable de Incidencia Política de la división española de Save The Children- los actuales índices de pobreza infantil del Estado español.
Román lo hacía durante la presentación, el pasado miércoles, de la campaña en la que la ONG aborda por primera vez la pobreza de los niños británicos. Con el lema 'Esto no debería pasar aquí', denuncian que siendo Gran Bretaña uno de los países más ricos del mundo, hay niños que van al colegio sin desayunar porque sus padres no tienen recursos para darles adecuadamente esa primera comida del día.
«Una campaña como esta empieza a ser necesaria en España porque se requiere del esfuerzo de todos para erradicar la pobreza entre los niños, que va en escalada al ritmo que aumenta la crisis económica, y va a peor», explica la responsable de la ONG en nuestro país.
Save The Children recuerda que el índice de pobreza infantil en España se sitúa entre el 24 y el 26% (sólo por detrás de Rumanía, Bulgaria, Letonia e Italia) y afecta tanto a la alimentación como al rendimiento escolar de los niños y niñas. La ONG ha detectado graves problemas de nutrición entre los menores españoles y advierte de que ya en el mes de junio del pasado año, «había niños cuya única comida en el día era la que hacían en el comedor del colegio». Y la situación de las familias con dificultades «no puede sino empeorar», advierte Román, si se añaden nuevas tasas y pagos que realizar, como el que muchos comedores escolares impondrán a los niños que se lleven la tartera de casa.
La pobreza está afectando también al rendimiento escolar, tanto por la mala alimentación de los menores como por los problemas económicos en sus familias, y puede provocar un aumento del absentismo por las dificultades para acceder a un transporte hasta el centro educativo ya que se han eliminado muchas rutas escolares, advierte Save The Children.
En España más de 2 millones de niños viven en hogares pobres (en los que los ingresos no superan el 60% de la renta media nacional: 7.300 euros anuales), ha alertado Victoria Ortega, de la Fundación Abogacía Española dentro de la jornada «Crisis económica, menores y justicia». Y lo peor, asegura, es que esa tasa crece a un ritmo del 10% anual.
Por su parte, el responsable de políticas de infancia de Unicef, Gabriel González, ha destacado que uno de los problemas para estudiar la pobreza y la infancia en España es la falta de documentación y de estadísticas. Para contextualizar el problema de la crisis y los menores, los expertos han usado datos generales sobre la recesión económica: «El desempleo en familias con todos sus miembros en paro y con niños creció un 130% de 2007 a 2010», ha señalado González. «La pobreza tiene rostro de niño, pero hay que ver que los impactos serán también a medio y largo plazo. En general, las políticas dirigidas a los niños son inexistentes porque hay una cultura de que los menores son cosa de las familias», ha añadido.
Por si fuera poco, Alejandro Soteres, director de Save The Children España, asegura que su organización «ha detectado prácticas en el ámbito judicial en contra de los derechos de los niños y las niñas». «La violencia contra los menores ha aumentado un 13,3% en el año 2012, y los recortes están afectando también a la defensa jurídica de estos menores», corrobora Victoria Ortega de la Fundación Abogacía Española.
Para Gabriel González Bueno, responsable de UNICEF España, la pobreza infantil no depende sólo del PIB, sino del tipo de políticas sociales que se aplican y, en el caso de los niños, las ayudas a la infancia se han considerado prescindibles dentro de las medidas de recortes y las políticas de austeridad, será porque los niños no votan, concluye González Bueno.
Desde 2012, La Fundación Abogacía Española organiza jornadas sobre cómo la crisis económica puede influir en los derechos humanos. Sus objetivos son exponer y hacer pública la realidad de los colectivos más desfavorecidos por el efecto de la crisis y reunir a las organizaciones competentes para buscar soluciones.
La Comisión Europea publicó a principios de año un conjunto de recomendaciones para los Estados miembros entre los que se encuentra una Recomendación para abordar el creciente problema de la pobreza infantil en Europa. Con esto la CE sitúa los derechos de la infancia, el interés superior del niño, la igualdad de oportunidades y el apoyo a los más vulnerables en el centro de los esfuerzos para combatir la pobreza infantil.
Entre las medidas formuladas en la recomendación de la CE estarían:
- Promover la creación de empleo inclusivo y de calidad y unos entornos laborales que permitan a los padres y madres conciliar su trabajo con sus roles parentales en pie de igualdad.
- Dar apoyo a las familias, niños y niñas que se encuentran en riesgo de perder su hogar evitando desalojos, traslados innecesarios y la separación de las familias proporcionando tanto alojamiento temporal como soluciones duraderas en función de la situación.
- Garantizar acceso igualitario a una educación pública de calidad, incluyendo visitas, viajes escolares, etc. Esto es fundamental para asegurar una igualdad de oportunidades y para romper los ciclos de pobreza. Las escuelas deberían ser siempre un refugio seguro, libre de discriminación y exclusión.
- Promover la participación en actividades gratuitas o asequibles de ocio, incluyendo actividades culturales y deportivas, ya que juegan un papel esencial a la hora de asegurar la inclusión social y la participación infantil, así como el adecuado desarrollo de los niños.