Un estudio internacional en el que participa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC) atribuye a neandertales un grabado hallado en una roca de la Cueva de Gorham, en Gibraltar. Se trataría del primer caso demostrable de un diseño abstracto hecho de forma deliberada por neandertales y pondría de manifiesto, como apuntan los investigadores, que la capacidad de pensamiento simbólico no es exclusiva del hombre moderno.
La producción de pinturas rupestres y de grabados en las paredes de las cuevas se consideraba hasta ahora fruto de la evolución humana y exclusiva de los humanos modernos, que llegaron a Europa occidental hace aproximadamente 40.000 años.
Sin embargo, este estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) presenta la primera muestra conocida de un modelo abstracto de grabado hecho por neandertales. Consiste en un cruce de líneas en ángulo recto por otras, realizadas en profundidad en la roca, y que cubre aproximadamente la extensión de una palma de mano humana.
Para determinar cómo y por qué se grabaron las líneas en la roca, los investigadores realizaron un estudio microscópico y morfométrico de las incisiones a través de microfotografías. También llevaron a cabo experimentos con diferentes herramientas líticas auténticas fabricadas por los neandertales de Gibraltar para comprobar el tipo de líneas que dejaban en la piedra.
Finalmente llegaron a la conclusión de que fruto de las incisiones producidas de manera repetitiva, cuidadosa y en la misma dirección de una herramienta lítica sobre una misma zona resultaba un grabado de morfología y dimensiones similares a las del interior de la cueva. No se trataría, por tanto, de marcas accidentales sino que demostrarían intencionalidad.
«A pesar de su aparente simplicidad, el grabado de los neandertales representa un salto cualitativo en nuestro conocimiento de la capacidad cognitiva de esos otros humanos ya extintos: este tipo de representaciones abstractas, sin ninguna funcionalidad aparente, es exclusivo de mentes con capacidad de abstracción», como explica el investigador del CSIC Juan José Negro, de la Estación Biológica de Doñana.
«Se trata de un elemento cultural, de un fenómeno único equiparable a una obra de arte», añade.
Los análisis geoquímicos del revestimiento mineral en los surcos del grabado datan su creación antes de la deposición de la capa de sedimento que lo recubre, es decir, apuntan igualmente a una etapa en la que estaban presentes los neandertales.
Como explican los científicos, el modelo abstracto encontrado se suma a otras evidencias en otros yacimientos con presencia neandertal, como el uso de pigmentos y las pruebas de enterramientos intencionados, que muestran que la capacidad cognitiva de los neandertales es mayor de la que se les había atribuido hasta ahora.
Además, apunta Negro, «va a suponer una sacudida en la forma de trabajar en yacimientos neandertales. Los estudiosos van a estar mucho más atentos a indicios que antes han podido pasar por alto y que pueden apuntalar aún más la idea de que los neandertales eran muy similares a nosotros».