Israel rechaza las acusaciones de haber llevado a cabo una destrucción indiscriminada en Gaza y una masacre de los gazatíes, con el argumento de que sus ataques tenían el objetivo de proteger a la población israelí de los misiles que el movimiento palestino Hamás lanzaba desde estructuras civiles.
Pero, aunque Hamás lanzó algunos misiles desde lugares cercanos a casas y otras construcciones civiles, las evidencias militares de ambas partes en la guerra que se desató el 8 de julio y que duró 50 días, invalidan el argumento en defensa de los ataques israelíes contra objetivos civiles.
Los lanzacohetes de los misiles Qassam de Hamás, de fabricación casera, consisten en trípodes sencillos que se pueden quitar en cuestión de segundos, y la extensa red de túneles excavado por el movimiento palestino le ha proporcionado sitios de lanzamiento subterráneos y lugares para almacenar sus cohetes Grad y M-75, más grandes y de mayor alcance.
Por otro lado, la Fuerza Aérea de Israel posee misiles aire-tierra tan precisos que pueden destruir un objetivo muy pequeño sin ningún daño a edificaciones civiles, aunque estén muy cerca.
Un vídeo que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) difundieron en agosto sobre «el uso ilegal de la infraestructura civil» por parte de Hamás, muestra un ataque, evidentemente de un avión no tripulado israelí, contra un lanzacohetes subterráneo a pocos metros de una mezquita sin causar a esta daño alguno.
Esta tecnología le quita toda justificación a la destrucción de edificios civiles, aunque el lanzacohetes esté cerca. De hecho, la evidencia actual indica que los sitios de lanzamiento de Hamás no estaban tan próximos a hospitales, escuelas y mezquitas.
Las FDI pretendieron a mediados de julio usar el argumento de la defensa contra los lanzacohetes para explicar el daño que provocaron 15 misiles contra el hospital Geriátrico y de Rehabilitación Al Wafa en el este de Gaza, que obligó a su evacuación.
Un portavoz militar dijo que las FDI no habían tenido «otra opción» porque los misiles se lanzaron desde un lugar muy cercano al hospital. Pero el mismo portavoz reveló a Allison Degler, de Mondoweiss, un blog de noticias sobre Medio Oriente, que el presunto sitio de lanzamiento estaba a 100 metros del hospital. Esa distancia es más que suficiente para atacarlo sin causar daño alguno al centro médico.
Un informe publicado por las FDI el 19 de agosto incluye una vista aérea del hospital Al Wafa con dos presuntos sitios de lanzamiento de misiles indicados en lugares que parecen mucho más lejanos al hospital que los 100 metros declarados por el portavoz militar.
Sin embargo, las FDI declararon el 21 de julio que «Hamás dispara cohetes desde el hospital Wafa en el barrio de Shujaiya, en Gaza».
Cuando las FDI destruyeron completamente el hospital Al Wafa el 23 de julio, abandonaron el pretexto de que se trataba de un sitio de lanzamiento de cohetes de Hamás. En cambio, divulgaron un vídeo que pretendía mostrar disparos contra las fuerzas israelíes desde el hospital.
Resultó, sin embargo, que las tomas de los disparos se habían filmado durante la guerra en Gaza en 2009, que las FDI denominan Operación Plomo Fundido, y no en 2014. Las fuerzas israelíes siguen insinuando que la destrucción de edificios públicos civiles se vio obligada por el lanzamiento de misiles desde el interior de los mismos.
Tras la actual guerra de 2014, que Israel llama Operación Margen Protector, el portavoz de las FDI afirmó que las fuerzas palestinas lanzaron 597 cohetes desde instalaciones civiles, de los cuales 160 se habrían disparados desde escuelas, 50 desde hospitales y 160 desde mezquitas. Pero esas cifras presuponen que los sitios de lanzamiento a cierta distancia de los edificios en cuestión se encontraban dentro del terreno de los mismos.
Un «informe desclasificado» que las FDI divulgaron el 19 de agosto, con el objetivo de mostrar que Hamás utilizaba instalaciones civiles como infraestructura militar, no incluye evidencia alguna de lanzamientos de cohetes desde terrenos de edificaciones civiles.
Un borroso vídeo de 20 segundos parece mostrar el lanzamiento de un misil desde la escuela «Abu Nur», pero también es engañoso. Una columna de humo negro se eleva desde la zona durante poco más de un segundo, pero durante todo el vídeo se escucha a dos voces reiterar que vieron tres cohetes lanzados «desde el interior de la escuela». Sin embargo, una observación atenta del vídeo revela que el presunto lanzamiento proviene del exterior de los muros de la escuela.
En tres casos más de supuestos lanzamientos de misiles desde escuelas, las FDI no proporcionan ninguna evidencia visual, solo puntos rojos marcados sobre una vista aérea de las mismas. Durante la Operación Margen Protector, las FDI atacaron abiertamente a las mezquitas con el argumento de que eran objetivos militares, demoliendo a 73 y destruyendo parcialmente a 205 más.
El informe del 19 de agosto de las FDI se refiere a un «escondite de cohetes y un punto de reunión de los combatientes ocultos en una mezquita» de Nuseirat, pero las fuerzas israelíes no han proporcionado evidencia fotográfica de que se haya almacenado misiles en una sola mezquita.
La mayor destrucción de estructuras civiles en la Operación Margen Protector ha afectado a vecindarios enteros del distrito Shujaiya, en la ciudad de Gaza, el 19 de julio. Cuando la Organización de las Naciones Unidas publicó un mapa que mostró la destrucción absoluta de esas zonas de Shujaiya, las FDI publicaron su propio mapa el 4 de agosto con el fin de justificar la destrucción.
Ese mapa muestra que las FDI no pueden esgrimir la cercanía de los sitios de lanzamiento de cohetes de Hamás como justificación para la destrucción de manzanas enteras de viviendas en Shujaiya. Las fuerzas israelíes habían identificado en él a todos los hogares de los vecindarios devastados como «escondites» de yihadistas o Hamás.
El periodista Mark Perry se basó en un informe del 21 de julio del Departamento de Defensa de Estados Unidos, para señalar que las FDI dispararon 7.000 proyectiles de artillería contra zonas residenciales en Shujaiya dos días antes, 4.500 de ellos en un lapso de apenas siete minutos.
Esa destrucción masiva e indiscriminada de estructuras civiles está estrictamente prohibida por las leyes internacionales de la guerra. Funcionarios israelíes declararon con frecuencia que el objetivo de las operaciones militares de las FDI en Líbano y Gaza era la «disuasión» de sus adversarios en el futuro mediante la imposición de altos costes a la población civil.